- El cantautor y periodista turolense ha fallecido a los 73 años víctima del coronavirus tras mes y medio ingresado en el Hospital Clínico de Zaragoza.
- Colaborador en diferentes medios de radio, televisión y prensa, la mayor parte de su actividad periodística la desarrolló en ‘El Periódico de Aragón’, donde estuvo 24 años
La Covid-19 ha apagado este sábado la voz del cantautor y periodista turolense Joaquín Carbonell. El también poeta y escritor de Alloza –que llevaba mes y medio ingresado en el Hospital Clínico de Zaragoza- ha fallecido a los 73 años como consecuencia de la neumonía provocada por el coronavirus.
Si la música fue su gran pasión –fue precursor, junto a José Antonio Labordeta, Tomás Bosque o La Bullonera del movimiento de la Nueva Canción Aragonesa-, el periodismo, al que se dedicó gran parte de su vida, le andaba a la zaga. Colaborador de El Periódico de Aragón durante 24 años, su primera incursión en el periodismo, fue a los 14 años, cuando escribió, fotografió y editó una modesta revista dedicada al deporte y las fiestas de su pueblo.
Sin embargo, no fue hasta 1968, en Teruel capital, cuando comenzó a desarrollar plenamente su faceta de periodista. Allí logró colaborar, de forma semanal, el diario Lucha, a través de una página propia dedicada a la música moderna. Igual que Discodelismo-68, el programa semanal de radio, en el que también colaboraba junto Cesáreo Hernández.
Paso por la pequeña pantalla
Colaborador desde 1982 el diario El Día, dos años después, Joaquín Carbonell entró en TVE-Aragón, donde realizó todo tipo de actividades, desde guionista a presentador o director de programas. Allí puso en marcha espacios como Tres Asaltos, Poemclip o Musicaire, por el que pasaron todos los cantantes y grupos aragoneses. De hecho, allí se grabó por primera vez a una incipiente banda zaragozana llamada Héroes del Silencio.
En 1988, Joaquín Carbonell retorna a El Día para elaborar el suplemento Los Aragoneses, junto a Roberto Miranda. También colabora en el suplemento de humor, La Noche, con Miranda y Mariano Gistaín, y elabora la crítica casi diaria de televisión.
Cuando nace El Periódico de Aragón, hace 30 años, Carbonell se incorpora al nuevo proyecto periodístico, para encargarse de la crítica de televisión, bajo el epígrafe de La antena paranoica. Durante los 24 años que estuvo al frente de dicha sección escribió más de 7.000 artículos. Además, durante un tiempo se encargó de la entrevista de la contraportada del diario y, posteriormente, tuvo su propia sección (Palabra de Honor), en la que entrevistó diariamente a personajes dispares como Penélope Cruz, Joaquín Sabina, Rafaela Aparicio, Paco Rabal, Francisco Umbral y otros muchos vinculados a la sociedad aragonesa.
Su dilatada experiencia en la crítica televisiva, le llevó a participar en numerosos debates radiofónicos (en Cope, SER, Onda Cero o RNE), así como en TVE y en otras televisiones autonómicas. Además, en 1992 publicó Apaga y vámonos, guía para la supervivencia, el primer ensayo televisivo sobre las cadenas privadas y públicas.