- La Federación Aragonesa de Solidaridad lanza la campaña ‘Zaragoza somos comercio justo’ para promocionar y visibilizar esta actividad.
- El eje principal de la acción es una exposición con fotografías de Pedro Anguila y Carlos Canales Ciudad que puede verse en el Paseo Independencia de la capital aragonesa hasta el 8 de noviembre
Zaragoza es una ciudad solidaria que, desde hace décadas, apuesta por el Comercio Justo como palanca de cambio para mejorar la vida de millones de personas en los países más empobrecidos del sur a través del consumo responsable. Con el objetivo de promocionar y visibilizar esta actividad entre la ciudadanía zaragozana y en una clara apuesta por el desarrollo sostenible, la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) ha lanzado la campaña Zaragoza Somos Comercio Justo.
La principal actividad de la campaña, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, es una exposición fotográfica. La muestra expone retratos que dan a conocer a personas de la ciudad que participan en el movimiento del Comercio Justo. Son personas que consumen y promueven estos productos en su día a día, en todos los barrios y ámbitos. Así, se pueden ver desde participantes en iniciativas privadas, voluntariado o consumidoras responsables, hasta colegios comprometidos, tiendas locales, hosteleros, ONG y el propio consistorio.
Una exposición al aire libre
La muestra consta de 20 paneles con fotografías realizadas por Pedro Anguila y Carlos Canales Ciudad. La exposición puede verse en el Paseo Independencia de la capital aragonesa hasta el 8 de noviembre. La campaña también tiene presencia en medios digitales, redes sociales y en la web, con la difusión del vídeo de la campaña y entrevistas en formato podcast a diversos actores del comercio justo.
Y es que como recuerdan desde la Federación Aragonesa de Solidaridad, el Comercio Justo cambia vidas a través de un modelo económico respetuoso con las personas y con el medio ambiente en los países más empobrecidos. La pobreza en el mundo persiste y aumenta de manera alarmante con la crisis de la COVID-19. El aumento de la desigualdad, la brecha entre las personas más ricas y las que menos poseen es cada vez mayor. El Comercio Justo ayuda a combatir esta realidad y favorecer una vida digna para todos y todas.