La Unió de Periodistes convoca una concentración por la situación que sufren los periodistas en Gaza

  • Más de sesenta periodistas han sido asesinados en la guerra entre Israel y Palestina
  • El lema de StopKillingJournalists se viraliza en redes sociales

La Unió de Periodistes Valencians, como representantes de los y las profesionales de la comunicación y el periodismo valenciano, pilar fundamental de cualquier democracia moderna, quiere manifestar su profunda preocupación ante la situación crítica que están sufriendo los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que cubren el conflicto en la Franja de Gaza, los territorios ocupados de Cisjordania e Israel, una situación que no solo amenaza el derecho a la información sino que atenta contra la propia vida de quien lo lleva a cabo.

Más de un mes después desde el inicio de la escalada bélica del conflicto, la Unió de Periodistes quiere expresar su condena ante los hechos y declaraciones que atacan directamente el ejercicio de la prensa libre. Nuestra preocupación es creciente después de que el Estado de Israel anunciara el 27 de octubre que “no garantiza la seguridad de periodistas”, y de que altos dirigentes del gobierno sionista hayan enducerido en los últimos días los discursos que criminalizan a los profesionales de los medios, a quienes consideran “terroristas”.

Los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación se han convertido en un blanco de guerra, objetivos de amenazas y persecuciones que afectan también a sus familias por el mero hecho de hacer su trabajo: informar. La preocupación se manifiesta claramente en la dramática cifra de personas que ha muerto en el ejercicio de sus funciones como comunicadores.

Según Reporteros Sin Fronteras, desde el 7 de octubre, más de 60 periodistas, fotoperiodistas y camarógrafos han sido asesinados mientras trataban de informar o después de haber dado testimonio de los crímenes y ataques cometidos en Palestina por Israel. La cifra, por desgracia, no hace más que aumentar día tras día. Otros muchos están heridos o desaparecidos.

Ningún otro conflicto, en los tiempos modernos, había resultado tan letal para el colectivo al que representamos en un período tan corto de tiempo. Supone más de un trabajador de medios de comunicación fallecido cada día y un incumplimiento flagrante de la Convención de Ginebra, que en su artículo 79 establece que “los periodistas en zonas de guerra deben ser tratados como civiles y protegidos como tales, siempre que no participen en las hostilidades”. Contravenir este artículo supone un crimen de guerra.

Además, los bombardeos han destruido total o parcialmente más de 50 locales e instalaciones que albergaban medios de comunicación en la región y el acceso de medios extranjeros a la Franja de Gaza sigue prohibido por Israel. También observamos que la comunicación con Gaza –específicamente el acceso a Internet– con frecuencia no ha estado disponible, violando el derecho humano fundamental a buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio y sin importar las fronteras. Todo ello ha convertido la zona en un agujero negro informativo.

Es por todo esto que la situación nos apela directamente como periodistas comprometidos y comprometidas con los derechos humanos y con la conciencia de que es precisamente en aquellos espacios y momentos convulsos, donde el riesgo a la barbarie, la injusticia y la impunidad amenazan con destruirlo todo a su paso, donde más necesarios son los ojos, los oídos y las voces de periodistas, fotoperiodistas y camarógrafos para ver, escuchar e informar.

Unió de Periodistes Valencians

Así, desde la Unió de Periodistes, y abriendo el manifiesto a entidades y asociaciones colaboradoras, exigimos al ejército israelí que garantice la seguridad de los periodistas que están trabajando en la Franja de Gaza y que permita la entrada de la prensa internacional, respetando así el derecho a la información y cumpliendo con la legislación internacional de la que Israel es firmante desde 1951. Con ello, exigimos también el fin de la censura y la desinformación organizada. Es en los rincones de lo oculto, fuera del escrutinio público, donde se cometen los peores crímenes: aquellos en los que la verdad queda sepultada por el olvido.

Por otra parte, exhortamos a los responsables de los medios de comunicación españoles a garantizar una cobertura del conflicto digna y rigurosa; con voces plurales y expertas; sin sensacionalismos; respetuosa y comprometida con los derechos humanos, especialmente los de los menores; que combata la islamofobia y el antisemitismo y se aleje del discurso del odio y los bulos, garantizando información veraz sobre el contexto y la historia del conflicto.

Por último, mostramos nuestra solidaridad con los familiares y amigos de las personas fallecidas y en especial con los más de 40 periodistas, fotoperiodistas y camarógrafos que han pagado con sus vidas el ejercicio de un derecho que debería haber sido respetado por los contendientes: el derecho a la información.

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