La Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz de Administración Público, ha querido sondear la experiencia de los empleados públicos ante el teletrabajo. Y después de la experiencia durante los meses de marzo, abril y mayo, los funcionarios lo tienen claro: «se quiere y se puede teletrabajar» en la administración autonómica.
El cuestionario fue respondido por 12.000 empleados públicos, con poca participación del personal laboral y gran participación de los funcionarios nivel A1. Hasta un 90% han podido teletrabajar, además desde la primera semana en la mayoría de los casos (un 59%).
En cuanto a la valoración del trabajo realizado, a pesar de no haber existido una planificación y, por tanto, no contar con todos los medios y recursos necesarios, en la mayoría de los casos se cree que la calidad del trabajo y la productividad no ha disminuido o, en algunos casos, ha mejorado gracias al «sentido de responsabilidad y motivación del personal«.
En relación con la percepción de teletrabajo, las personas que han teletrabajado y las que conviven con menores de 14 años o personas en situación de dependencia observan más ventajas al teletrabajo frente al trabajo presencial, y entre ellas destaca el ahorro de tiempo en desplazamientos.
La flexibilidad también ha sido uno de los aspectos más valorados y directamente relacionados con la mejora de la productividad; aunque esta flexibilidad pueda tener como consecuencia la falta de separación entre el tiempo personal y laboral, este elemento ha sido un elemento indicado como factor negativo.
Entre estos inconvenientes se ha de resaltar aquellos relacionados con la necesidad de acceder a expedientes físicos, por lo que sería necesaria una mayor digitalización de documentos. También se ha mencionado por gran parte la falta de relación con los compañeros y, sin embargo, llama la atención que no se han utilizado mucho los sistemas de videoconferencias (sólo el 25% ha utilizado con frecuencia durante ese periodo las video conferencias) que podrían dar respuesta, en cierta medida, a esta carencia. El teletrabajo semipresencial podría solucionar este problema.
Mejoras a futuro
De cara al futuro, de las opiniones recogidas se deduce que existe un deseo de seguir teletrabajando, especialmente entre aquellos que ya han probado la experiencia. Sólo hay un pequeño porcentaje (inferior al 3%) de personas que no teletrabajarían bajo ninguna condición.
La mayoría de las personas teletrabajarían algún día a la semana (El 36% declara que le gustaría teletrabajar 3 o 4 días en semana). En cuanto a la importancia de los recursos que se debería disponer en el futuro, además que los predecibles (acceso a aplicaciones, ordenador, conexión a internet, soporte a incidencias, etc.), se deberían destacar la necesidad de proveer recursos y medios inmateriales por parte de la Organización para que el teletrabajo pueda desarrollarse adecuadamente , como son: la reorganización del trabajo de la unidad (y de las del entorno, en general de la Junta de Andalucía), la capacitación previa del personal para el uso de las TIC en el teletrabajo; y la capacitación previa al personal en aspectos relacionados con la adaptación al teletrabajo (ergonomía, nuevo espacio, organización, gestión del tiempo, etc.).