- La Bodega participa en un proyecto que le ha permitido implementar una tecnología en el etiquetado de su vino ‘Melior’ para realizar un seguimiento real del producto.
- Gracias a esta tecnología los consumidores podrán acceder a contenidos, concursos, catas e interaccionar con la marca tan solo acercando su móvil a la botella.
«Trazabilidad, protección, interacción e información a los consumidores». Esas son, aseguran desde Matarromera, las principales funciones de la nueva etiqueta inteligente que la Bodega ha implementado; y lo ha hecho en su vino tinto Melior Tempranillo, elaborado en la Ribera del Duero como símbolo de su apuesta por la innovación.
Esta tecnología, desarrollada gracias al proyecto denominado Smartlabels (Etiquetas inteligentes), permite realizar un seguimiento del vino en su producción y distribución, especialmente en el punto de consumo final. También, tiene una utilidad importantísima como sistema de seguridad anti falsificación. En concreto, se han integrado en las etiquetas dispositivos con tecnología NFC como códigos bidimensionales unívocos con tintas invisibles; todo ello sin alterar el diseño del producto final. Es decir, la apariencia de la etiqueta original que en este caso ha sido la del roble Melior tempranillo.
Tecnología segura y sencilla
Se trata de una tecnología muy fácil de utilizar. Y es que, según explican desde Matarromera, gracias a la etiqueta inteligente, se puede acceder a una videocata del producto, a conocer su origen, su elaboración e incluso consejos de maridaje con un solo clic desde el móvil.
Empresas y fabricantes apuestan por Smartlabels
En el proyecto que empezó hace algo más de un año han participado varias empresas y fabricantes, con el conocimiento de centros tecnológicos y con financiación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Los resultados, destinados en un principio al sector vitivinícola, podrían ser exportables a otros sectores. La tecnología, además de conservar las características distintivas originales y únicas del producto, permite añadir nuevos elementos de valor para el consumidor y para que éste interactúe con la marca mejorando la experiencia de los usuarios y favoreciendo la difusión de la cultura del vino.
