Es imprescindible extender la idea de evaluar el resultado de las campañas tras la realización de las mismas. Con los datos obtenidos y analizándolos de manera profesional se confeccionan luego los reportes eficaces de resultados. Sobre esa base versó en buena medida la exposición que hizo en Zaragoza, Carmen Alsina, directora de Comunicación de CEOE.
Existen a disposición de los profesionales una serie de herramientas de medición que nos ayudan a entender los grados de éxito o fracaso de unas acciones diseñadas sobre la idea de ser rentables o simplemente eficaces. Desentrañan los puntos donde la estrategia falló o donde surgió un imprevisto que condicionó el resultado final. Es una forma de acompañar la famosa frase tan denostada entre los profesionales de “fallamos en la comunicación”. Solo sabiendo qué paso realmente podremos llegar a ser eficaces.
Ese análisis detallado y basado en criterios objetivos y por lo tanto tangibles y medibles, es en una gran medida clave para el éxito de las siguientes acciones. Con la métrica bien aplicada se obtienen resultados que sirven para corregir tendencias o desviaciones respecto a la idea perseguida. Durante los procesos se pueden ir analizando las métricas para modificar el planteamiento inicial y reaccionar ante imprevistos.
Alsina acudió a Zaragoza para participar en una jornada de comunicación organizada por Dircom y CEOE Aragón que resultó de lo más interesante al abordar junto a su ponencia, dos casos de éxito en materia de comunicación industrial en Aragón. Todo bajo la certera batuta de Enrique Barbero, director de Comunicación de Ibercaja.
El análisis de una campaña indefectiblemente debe acabar con la valoración de los resultados obtenidos en relación a los deseados. Esas valoraciones deben sustentarse en datos y no en opiniones. Sólo así se sacarán conclusiones ciertas y posibles correcciones para futuras campañas. Considera Alsina que la comunicación en una empresa juega un papel estratégico y por ello todo dircom debe estar en los órganos de decisión de la compañía. Para ello eso supone saber de comunicación y entender el negocio. Pero esa implicación transversal de la comunicación en la empresa, daría para otro artículo. Llegará.