La apuesta por el producto de proximidad conlleva grandes beneficios. Saludables para los clientes, económicos para el tejido empresarial, y de razón social para la acción corporativa de la compañía. Una decisión estratégica que requiere de una orientación constante, planificada y sostenida. Compromiso y responsabilidad con el entorno inmediato.
Pero con la llegada de la pandemia hubo que acelerar y redoblar la apuesta. El objetivo era que la población no se desabasteciera, que la cadena de suministro no parara. La sociedad podía estar confinada pero la alimentación tenía que estar garantizada. Y para ello tenía que generarse una atmósfera de confianza de cara a reducir la incertidumbre.
Así lo primero que hizo Juan Roig en los primeros días de la pandemia fue anunciar que se garantizaba a la población los suministros básicos desde las 1.621 tiendas que conforman la red de supermercados. Luego la compañía impulsó una alianza con proveedores bajo el lema #EstoNoPuedeParar, con vídeos y testimonios que mostraban que la actividad productiva seguía en funcionamiento.
Y el hecho fundamental para generar riqueza y reducir incertidumbre: seguir comprando, invirtiendo, comprometerse con el «Proveedor Totaler», aquellos con los que Mercadona tienen una relación a largo plazo con contrato indefinido. Y la mejor manera de ejemplificar son los 2.984 millones de compra a 165 proveedores andaluces.
Esto supone que uno de cada dieciséis proveedores de Mercadona tienen origen o ubicación en Andalucía. Un hecho que contribuye a la modernización del sector primario como palanca de crecimiento y consolidación de la producción agroalimentaria.
632 nuevos empleos en Andalucía
Igualmente, Mercadona creó el año pasado 632 nuevos empleos estables y de calidad. En total, una plantilla formada por 19.384 personas en Andalucía. La inversión de la compañía superó los 196 millones de euros, destinada a contribuir a la activación económica de la comunidad autónoma.
Asimismo, la compañía mantiene un compromiso social con los vecinos y vecinas de las zonas en las que tiene presencia y actividad. En el caso de Andalucía, el pasado ejercicio donó 3.327 toneladas de productos de primera necesidad a comedores sociales, Bancos de Alimentos y otras entidades benéficas, cifra récord que supone duplicar la de 2019.