El paso del consenso a la unanimidad se produjo por la incorporación «in extremis» de Adelante Andalucía al Pacto por la RTVA. Se logró una vez que los grupos se comprometieron a aumentar los presupuestos, blindar y aumentar el personal así como destinar más recursos a un equipamiento tecnológico anticuados.
Y en parte esos preceptos, con más o menor ahínco, con permiso de la Consejería de Hacienda, se han ido cumpliendo. Sin embargo, para Adelante Andalucía el cambio no ha sido positivo. Incluso lo consideran una vuelta atrás en muchos aspectos. Y es que si de inversiones y disponibilidad presupuestaria sobrevive un medio de comunicación sin pluralidad y objetividad muere, se apaga, se funde en negro. Y para Nacho Molina esos dos preceptos «no son los mandamientos en los responsables informativos».
Así el balance «es decepcionante, con profesionales censurados informativamente o apartados a otras funciones tanto en los centros territoriales como en servicios centrales. Ha habido muchas carencias desde el punto de vista del respeto, pluralidad e incluso con algunas opiniones (excepcionales pero se han dado) donde se han sobrepasado la linea de lo reprobable por machista, homófobo o xenófobo».
Otro punto de gran discordancia con la dirección es la programación, que Molina califica «porqué no decirlo» de «rancia» por la abundancia de cine antiguo, programas de tauromaquia o retransmisiones de religiosidad popular. «Canal Sur sigue siendo un producto televisivo pensado para una franja de edad mayor, no es capaz de atraer al público joven y urbano. El cambio no llega a Canal Sur», prosigue..
Por todo esto, «las expectativas han defraudado«. Y lo explica de la siguiente manera. «La renovación de órganos también del Consejo Audiovisual intentaba que la pluraridad provocara evitar caer en vicios antiguos de los últimos años.
Muy lejos de cumplir con lo que se esperaba. Pensábamos en un impulso decidido a la producción propia, a la información más local, de proximidad, a la mejora continua de los medios técnicos, formación y reciclaje de los recursos humanos para afrontar una televisión más abierta y pegada al territorio.
Tampoco ha cambiado el hecho de que las grandes productoras sean las que se reparten la tarta de la producción externa. Y no las pequeñas y medianas empresas culturales audiovisuales andaluzas que siguen teniendo una parte ínfima, insuficiente, para un tejido productivo que tiene una buena proyección exterior.
En relación a las líneas de mejora, el portavoz de Adelante Andalucía en la comisión de la RTVA resume: garantizar la suficiencia presupuestaria y el mantenimiento de los puestos de trabajo de la plantilla; cumplir con la tasa reposición; aumentar los recursos para información de proximidad, acabar con la precariedad y una parrilla de contenidos que refleje la diversidad cultura, social y política de una tierra que es más que toros, procesiones y folclore.