Siendo el Día Mundial del Docente no podía dejar pasar la oportunidad. Se educa en casa pero el docente está en el colegio. Sirvan las siguientes líneas de apoyo a nuestro docentes.
Saben de mi enorme sensibilidad hacia la educación. Ya comenté lo negativo de ser las agendas y mayordomos particulares de nuestros hijos a la hora de sus responsabilidades escolares. No entro a cuestionar los deberes ni la eternidad de los mismos. Hoy voy al hecho de asumir todo movimiento que hacen nuestros hijos como si de su ángel protector – al estilo Clarence en “¡Qué bello es vivir!”– se tratara, perpetuándolo los padres tengan la edad que tengan.
Peligrosas consecuencias las que conseguimos con este comportamiento:
- Niños que no asumen ningún tipo de responsabilidad para su edad. Formamos niños SIN INICIATIVA.
- Niños que les da miedo hacer cualquier cosa porque tienen nuestros ojos encima por si se equivocan porque nosotros se lo vamos a hacer mejor. Educamos niños INSEGUROS.
- Niños que prefieren poner la atención en otras cosas, porque para éstas “ya está mamá”. Formamos niños con nula claridad de lo importante.
- Niños que cuando crezcan solo esperarán instrucciones y órdenes para empezar a actuar. Y eso es mortal en el mercado laboral… y en la vida.
Y diré más:
– Nunca deberá sentirse como mala madre al no hacer de agenda o no sentarme con ella/ellos a hacer los deberes.
– La irresponsabilidad es no educar para que mis hijos sean independientes y autónomos.
– No me debo sentir como mala madre por no estar supervisando absolutamente TODO paso que realice mi hija ni tampoco.
Animo que, aunque es trabajoso, no es tan complejo. Criterio, sensatez y mucho amor. Y una buena dosis de exigencia, claro está.