Hace tres años, en tiempos de pandemia, Elisa Vivancos y Nuria Vaquero eran sólo (¿sólo?) Bonitonombre y NV Comunicación. De repente, en plena pandemia, en LinkedIn, salta la chispa y nace Nordeste. Sí, sí, todo ocurrió en LinkedIn y, todo, por un simple e ingenioso comentario.
Creativas y comunicadoras por naturaleza, estas dos mujeres comprendieron que, entre ellas, todo fluía, que respiraban igual a la hora de trabajar, que lo hacían al compás. Y así, tras una presentación oficial y en persona nació esta dupla creativa que lleva por nombre Nordeste. Un proyecto en el que Nuria y Elisa han mezclado ingenio y trabajo a nivel creativo, un flechazo empresarial con el que encajan en su forma de trabajar por su rapidez y coordinación.
«Yo llevaba tiempo trabajando sola, y no es fácil hacerlo con gente, al menos para mí, por mi ritmo. Yo necesito alguien súper rápido. En este caso, ella entiende de branding y yo de comunicación. Nuestro punto fuerte es la experiencia y frescura», explica Elisa.
El comienzo de esta aventura, que ya dura tres años, vino de la mano de Banco Santander. De ahí llegaron a PackBenefit, empresa de envases sostenibles en Aldeamayor, en Valladolid, pasando por la gala de la Federación de Patinaje de Castilla y León o Ikea, entre otros muchos trabajos.
Empezar y mantenerse
Y es que para que todo fluya, y contando con la conexión que tienen y esa chispa que surgió vía redes, quedaba lo más difícil, mantener viva la llama. ¡Y vaya si lo han conseguido! La organización de Nuria, el desparpajo de Elisa y el trabajo duro, diario, por ambas partes, hacen de Nordeste una dupla creativa que crea «proyectos geniales, porque encajamos a la perfección», apunta Nuria.
A día de hoy, ambas conocen el entorno y el ecosistema del sector, tanto a nivel particular como conjunto, y eso les permite dar al cliente un trato muy personalizado. «El cliente nos busca a nosotras», explican. «Aspiramos a cosas más grandes, a que tengan ganas de invertir. Por eso entramos en agencias, porque algunas grandes no tiene suficientes manos. Ellos se llevan el reconocimiento, sí, pero para nosotras es tener trabajo, hacerlo bien, ganar pasta y disfrutar del proceso».
El éxito que han cosechado hasta ahora no sólo se ve en la perfecta sintonía que Elisa y Nuria demuestran sino que el trato especial que dan al cliente, la rapidez y coordinación del trabajo dan como resultado un producto que hacen que quienes las contratan quieran repetir. «No perseguimos tener mucho trabajo sino tener clientes de calidad. Sobre todo, nos gusta que esos clientes tengan una cultura, que sepan de lo que estamos hablando y lo que valen las cosas. Aquí no hay varitas mágicas, sobre todo en marketing y en contenidos. Tienes que creerte lo que vales», aseguran.
Creativas, sí; realistas, también…
«Ser creativo no es ir en bicicleta», dice Elisa entre risas cuando hablamos sobre cuál es esa tecla que hay que tocar para que los clientes te elijan, para que crean que tu propuesta es la mejor. Pero aquí ellas lo tienen claro: «lo que funciona en una ciudad pequeña es el boca a boca, y la reputación. Nosotras somos experiencia». Y, con esa experiencia aportan, dicen, un ápice de realidad al cliente que marca la diferencia en el resultado final.
Un resultado que, seguro, seguirá atrayendo a aquellos que buscan talento, creatividad y eficacia y que encontrarán en esta dupla creativa donde estas dos mujeres, que ‘se leen’ en segundos y saben el camino a seguir, trabajan y se divierten a partes iguales. Porque, sí, la diversión fomenta la creatividad.
