Lleva más de 13 años dedicado en cuerpo y alma a la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), casi 6 como Director de Comunicación. Entrevistamos a Pablo González Posada para indagar un poco más en la situación que se encuentra actualmente la comunicación dentro del ámbito educativo. Una conversación que nos da una visión que complementa lo que ya descubrimos en la charla que la semana pasada mantuvimos con Débora García, Dircom de la Universidad Pontifica de Salamanca.
Para Pablo, el trabajo debe centrarse en adaptar mensajes al presente y mirar al futuro de la mano de la innovación. Los dos coinciden en que la comunicación debe pensar en el futuro y adaptarse a los tiempos; eso, y que no hay buena comunicación sin un buen equipo. Y hablando de equipo, ambos pertenecen al ‘once ideal’ de la Comunicación en Castilla y León.
Digamos que hay que ponerle un adjetivo a la comunicación corporativa basado en tu experiencia. Así, sin más, una definición rápida. ¿Cuál sería?
Global. Todo lo que hace una organización comunica. Y se debe ser plenamente consciente de ello, planificando todas estas acciones en línea con la estrategia general de la institución, que se adecúen a sus necesidades, generen valor, mejoren el posicionamiento y la reputación.
¿Ocupa, actualmente, la comunicación el lugar que le corresponde en las empresas?
Creo que depende del sector, de las empresas y de sus directivos. Durante estos últimos años sí se ha observado cómo se ha ido poniendo cada vez más en valor la Comunicación desde un punto de vista estratégico. Las empresas están aprendiendo a escuchar, a analizar, a planificar, a generar ideas fuerzas y un relato que hacer llegar a sus públicos. Y para ello hace falta contar con profesionales que dominen estas artes. Y que se confíe en ellos.
Analicemos debilidades y fortalezas de la comunicación en el sector de la Educación Universitaria en Castilla y León. ¿Qué le falta y/o que le sobra? ¿De qué puede presumir?
Estamos en una Comunidad con nueve universidades, cuatro públicas y cinco privadas, que pueden presumir de formar a miles de estudiantes de todo el mundo cada año. Y de emplear a otros tantos trabajadores.
Se trata de un sector que ayuda a generar valor añadido, innovación y espíritu emprendedor.
Tenemos un importante papel social. Y públicos muy diferentes, desde los propios estudiantes a sus familias, desde profesores e investigadores hasta otras organizaciones.
Y por este motivo tenemos mucho que contar y mucho mensaje que adaptar a cada audiencia. Pero también nos queda mucho por innovar. En ocasiones creo que podemos pecar de ser demasiado tradicionales, aunque poco a poco las universidades hemos ido dando pasitos hacia nuevas formas de comunicar. Queda camino por delante.
Desde tu posición, y desde el lugar que ocupas en el mundo de la comunicación, ¿cuál ha sido el mayor reto con el que te has encontrado?
Siempre pienso que aún no he tenido que enfrentarme al RETO en mayúsculas, un reto que no tiene por qué ser una crisis, sino más bien una oportunidad a aprovechar. A lo largo de mi carrera sí ha habido momentos más o menos complejos, pero de lo que puedo estar más orgulloso es de ver cómo la Universidad Europea Miguel de Cervantes gracias al trabajo de muchos, ha ido creciendo y consolidándose como institución; cómo ha ido generando su espacio en la Sociedad, cómo ha mejorado su posicionamiento, incrementado su notoriedad y reconocimiento en su entorno, fortalecido su identidad; y, sobre todo, de cómo se ha creado un importante sentido de pertenencia entre nuestros estudiantes y trabajadores.
¿De qué herramienta no podrías prescindir en tu trabajo diario?
De la creatividad en todas sus vertientes. Se trata de generar nuevas ideas, relatos, historias… para usarlos en nuevos soportes, formatos, tecnologías, etc. que ayuden cumplir de manera eficiente los objetivos estratégicos. Pensar de manera diferente ayuda a resolver los problemas. Además, y creo que esto también es fundamental, no puedo prescindir de las ganas de seguir mejorando como profesional.
Si tuvieras que nombrar o elegir un ejemplo de buena comunicación corporativa, ¿Cuál sería?
Sería injusto para muchos de mis compañeros destacar el trabajo de alguien en concreto.
En nuestra Comunidad hay excelentes ejemplos de buen hacer, como el que se realiza en bodegas, administraciones públicas, tercer sector, instituciones educativas, empresas… aunque esta labor no termina de tener el reconocimiento que pudieran obtener otros directivos.
Si bien es cierto que los responsables de Comunicación no suelen, salvo en algunos casos, tener gran visibilidad de puertas hacia fuera de la organización (excepto, claro está, con sus interlocutores más frecuentes en medios de comunicación u otras empresas e instituciones), creo que la tendencia debería ser poner en valor la Comunicación Corporativa y, sobre todo, poner en valor a sus profesionales.
Vamos a ponerte en un aprieto… ¿Quién te hubiera gustado que formara parte de este once ideal y que no está en la lista?
Quizá había que haber elegido otro deporte distinto al fútbol…once compañeros son pocos para el capital humano que hay en este sector. ¿Qué tal el Calcio Storico, con 27 por equipo? ¿O el Bo-Taoshi, con 75? (risas).
Claro está que se han quedado fuera de la alineación excelentes profesionales que realizan una espléndida labor en su organización. Pero sobre todo se quedan fuera los extraordinarios equipos que están detrás de las caras más visibles de la Comunicación Corporativa en nuestra región. Profesionales que hacen más fácil nuestro trabajo.