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Pedro Lechuga: «‘COVID-19-PERIODISTAS’ va a servir para alertar de que no podemos admitir la censura previa nunca»

Le pilló por sopresa, con una mezcla de enfado y decepción. Pedro Lechuga Mallo (León, 1978) consideraba que Amazon era la plataforma perfecta para que ‘COVID-19-PERIODISTAS’ tuviera un mayor alcance de lectores. Pero el gigante de la venta online se amparó en su compromiso de «publicar solo información oficial sobre la enfermedad«. Con este argumento cerró las puertas de su imperio a una obra que recoge los puntos de vista de 19 periodistas sobre el tratamiento de la información de la pandemia en los países donde ejercen su profesión.

Hoy, el periodista comprometido, decano del Colegio de Periodistas de Castilla y León y columnista de Extradigital, «por fin», presenta su obra al público. Hace tan solo unos minutos, Lechuga materializaba la llegaba al mundo de ‘COVID-19-PERIODISTAS’ en una rueda de prensa en la capital leonesa, dentro de un ‘Encuentro APL’ de la Asociación de Periodistas de León. La obra ha conseguido salir a la luz gracias a la editorial leonesa Cultural Norte, que comercializará tanto la versión impresa como la digital.

Por delante, a Lechuga le quedan muchas presentaciones por diferentes ciudades del país. Puede que, al final, el veto impuesto por Amazon haya sido, en realidad, la base del muelle sobre el coger impulso.

‘COVID-19-PERIODISTAS’ aporta la visión de periodistas de Alemania, Argentina, Australia, Brasil, China, EEUU, Egipto… así hasta 19 países diferentes… ¿Con qué objetivo?

Con la finalidad de ofrecer al lector una visión global de la pandemia de la COVID-19. Uno de los errores iniciales de la mayoría de los gobernantes del mundo, de los científicos y de la propia ciudadanía fue afrontar este hecho con una perspectiva demasiado localista. Nos olvidamos de que en un mundo globalizado como en el que vivimos, los virus no entienden de fronteras ni de distancias kilométricas. Una vez analicemos lo acontecido de manera global conseguiremos detectar los errores y los aciertos de los periodistas, de los Gobiernos y de los ciudadanos. La autocrítica es el primer paso para aprender y estar mejor preparados para afrontar nuevas situaciones tan excepcionales como la que vivimos y estamos viviendo.

¿Cómo te pusiste en contacto con ellos? ¿Son españoles trabajando allí o nativos de los países?

Los 19 periodistas entrevistados son, en algunos casos, nativos de los países, como por ejemplo los casos de Alemania, Turquía e Italia. En otros son periodistas españoles o de otras nacionalidades que ejercen en dichos países. En cuanto a la manera de contactar con ellos, ha sido muy variada. Algunos ya eran contactos que tenía anteriormente y con otros he conseguido contactar a través de redes sociales. Además, en muchos casos unos contactos me han conducido a otros y también algunos me los han proporcionado compañeros que están en España. La verdad es que ha sido una labor un poco laboriosa pero sin duda muy gratificante, ya que gracias a ‘COVID-19-PERIODISTAS’ ahora tengo una red de contactos por los cinco continentes.

Llama la atención un destino en concreto: China, el lugar donde se originó la pandemia… ¿Cómo se vivió allí la información (o la falta de ella) relacionada con el Covid-19 por parte del Gobierno y de los Medios de Comunicación?

Cuando fui seleccionando los países que quería que aparecieran en mi libro tenía claro que China tenía que estar sí o sí. Tanto por ser supuestamente el origen del virus como por ofrecer al lector un caso en el que se demuestra que no solo nos debe importar la libertad de prensa en nuestro país de origen, sino que la falta de libertad de prensa a miles de kilómetros también puede afectar negativamente a nuestras vidas. El caso de China y la COVID-19 es evidente.

¿A qué aspectos afecta esa falta de libertad de prensa?

La falta de credibilidad en la información oficial proveniente de China hizo que los dirigentes políticos y sanitarios dudaran de todo. Además, la falta de libertad de prensa en dicho país hizo que los medios estatales no se salieran del guion oficial. Por su parte, los corresponsales de medios extranjeros tienen enormes dificultades para contrastar información y conseguir versiones diferentes a la oficial. Sin duda, lo que el periodista español afincado en China, José María Rodero, cuenta al lector es de sumo interés para entender cómo está articulada la sociedad china y cómo se vivió el inicio de la pandemia en dicho país.

Lo que el periodista español afincado en China, José María Rodero, cuenta al lector es de sumo interés para entender cómo está articulada la sociedad china y cómo se vivió el inicio de la pandemia en dicho país

Te traslado una de las reflexiones que tú mismo propones en el libro: «¿Qué hubiera pasado si la Covid-19, en vez de nacer en China, lo hubiera hecho en un país donde sí que hay libertad de información?”

Esa es una de las preguntas que propongo al lector en ‘COVID-19-PERIODISTAS’ para hacerle ver lo importante que es la libertad de prensa a nivel mundial. Si lo que sucedió en China hubiera tenido lugar por ejemplo en Holanda o incluso en España, los respectivos Gobiernos podrían haber intentado tapar lo que sucedía realmente, pero en ese momento los periodistas hubieran acudido a todo tipo de fuentes, además de a las oficiales, para contar tanto dentro del país como de cara al exterior lo que estaría sucediendo realmente en esos momentos. Además, las versiones aportadas por los Gobiernos tendrían más credibilidad y los mandatarios de otros países se tomarían más en serio ciertas informaciones. En definitiva, vivir en un mundo globalizado conlleva que no es solo importante la libertad de prensa en mi país, sino también en una nación ubicada a decenas de miles de kilómetros.

Te has topado con la negativa de Amazon a publicar la obra. ¿Te lo esperabas?

En ningún caso me imaginé que iba a sucederme esto. De ahí mi sorpresa, decepción y enfado. Con ‘COVID-19-PERIODISTAS’ quiero aportar mi granito de arena a que el sector periodístico haga cierta autocrítica, junto a los políticos y a los ciudadanos. Ese es el camino para mejorar en todos los aspectos de la vida. Algo que por cierto, al menos en nuestro país, he echado de menos desde el inicio de la pandemia. Carecemos de autocrítica y nos parapetamos en ciertas trincheras para defendernos de los supuestos enemigos, olvidándonos que solo asumiendo que nos hemos equivocado, conseguiremos aprender de los errores. Por lo tanto y como mi idea era llegar al mayor número de personas posibles en todo el mundo desde un primer momento tenía claro que Amazon era la plataforma ideal.

En ningún caso me imaginé que iba a sucederme esto con Amazon. De ahí mi sorpresa, decepción y enfado

¿Tiene miedo Amazon a ‘COVID-19-PERIODISTAS’? ¿Es fácil desmontar su argumentario?

No sé si tiene miedo a algo en concreto, pero lo que está claro es que se ha equivocado en el caso de mi libro y, lo que es más importante y peligroso, en su política de contenido relacionada con la COVID-19. Lo que no puede hacer es escudarse en que por el bien de sus clientes estos solo tengan acceso a las fuentes oficiales. Es un ejemplo de como con la excusa de luchar contra la desinformación y los bulos, se limitan ciertas libertades como en este caso la de prensa. En primer lugar, lo de remitir exclusivamente a las fuentes oficiales es ridículo, ya que todo el mundo sabe que las fuentes oficiales no son siempre sinónimo de veracidad. ¿Qué peligro hay en que 19 periodistas de todo el mundo compartan sus reflexiones sobre la COVID-19? Evidentemente ninguno. Me refiero para la sociedad.

¿Nos debe dar qué pensar la reacción del gigante de la venta online?

Lo que ha sucedido con mi libro nos debe poner en alerta. Los ciudadanos debemos ser conscientes de la importancia de no perder ciertas libertades, aunque estemos viviendo situaciones excepcionales. No podemos ni debemos aceptar todo. Y los ataques a la libertad de prensa es uno de esos principios que todos, periodistas y no periodistas, debemos defender.

Los ataques a la libertad de prensa es uno de esos principios que todos, periodistas y no periodistas, debemos defender

¿Crees que este veto a la libertad de información producirá un efecto rebote en el interés por ‘COVID-19-PERIODISTAS’?

De momento mi libro ya ha tenido repercusión a nivel nacional antes de que salga a la venta debido a este veto, por lo que ya ha tenido cierto efecto rebote. Pero lo más importante es que sin pretenderlo este libro va a servir para dar la voz de alerta a que no podemos admitir la censura previa nunca, ni en una situación normal ni en una de pandemia. Es curioso que uno de los temas sobre los que se habla en ‘COVID-19-PERIODISTAS’ –la excusa de luchar contra la desinformación para coartar la libertad de prensa– al final el propio libro sea víctima de él.

Por cierto, ¿que ha pasado en nuestro país con la información sobre la pandemia?

La periodista de España con la que he contado para hablar en ‘COVID-19-PERIODISTAS’ sobre lo sucedido en nuestro país, Elsa González, expresidenta de la FAPE, lo tiene claro y yo coincido con ella. En España ha habido un intento claro de control de la información por parte del Gobierno. Y esto no lo decimos nosotros solos. La FAPE y la Red de Colegios de Periodistas, entre otras entidades, denunciaron los protocolos que se seguían en las ruedas de prensa telemáticas del Gobierno, ya que se filtraban las preguntas, exigían conocerlas con antelación y no se fomentaba la pluralidad informativa. Después de varias quejas al secretario de Estado de Comunicación esa situación se corrigió.

En España ha habido un intento claro de control de la información por parte del Gobierno

Pero desde el primer momento y hasta la actualidad considero que no se ha sido transparente con la información aportada, lo que al final ha provocado desconfianza entre los periodistas y entre la propia ciudadanía. Un ejemplo de ello son las cifras de fallecidos y de contagiados. Es inadmisible que a día de hoy desde el Gobierno no se dé la cifra real de muertos por la Covid-19. Y que tengan que ser los medios de comunicación los que, utilizando diferentes fuentes, aporten a la sociedad una aproximación.

Y los medios de comunicación, ¿se han comportado de una manera rigurosa y ética?

En cuanto al papel jugado por los medios en este punto también tenemos que ser autocríticos. En un primer momento, la mayoría de los periodistas y de los medios de comunicación creímos la versión oficial, que luego se demostró ser equivocada. Nos olvidamos de contrastar las fuentes y averiguar si lo que decían nuestros políticos o el propio Fernando Simón era cierto o no. El Gobierno podía mantener la postura que quisiera, pero nosotros los periodistas debíamos haber ido más allá y al menos exponer a la población otra versión de lo que se avecinaba.

Nos olvidamos de contrastar las fuentes y averiguar si lo que decían nuestros políticos o el propio Fernando Simón era cierto o no

Y en ese punto, creo que fallamos. Ahora bien, tras ese error creo que los medios de comunicación sí que han estado a la altura en la mayoría de los casos. Sí que se han dedicado a contrastar todas las informaciones oficiales y a denunciar los fallos y negligencias que se estaban llevando a cabo por parte de algunos organismos públicos. Una prueba de que conseguimos reponernos del fallo inicial está, por ejemplo, en la reciente portada de El País. En ella se contradice la versión oficial en cuanto al número de fallecidos.

Al final, publicas ‘COVID 19-PERIODISTAS’ con Editorial Cultural Norte. ¿Un guiño a las editoriales locales?

Eso es. Es curioso pero el destino ha querido que de Amazon, una plataforma mundial, haya pasado a Editorial Cultural Norte, una editora local de mi tierra. Es el camino inverso a la globalización al que me he visto obligado a llevar a cabo. Aunque, pensándolo bien, quizás sea lo mejor que me ha pasado. Sé que la difusión no va a ser tan amplia como a través de Amazon, pero al menos servirá para lanzar también el mensaje de que no todo vale durante una pandemia. De -lque los vetos y censuras previas son muy peligrosas para la salud democrática de cualquier sociedad.

Ya han manifestado su apoyo al libro la FAPE y la Red de Colegios de Periodistas. ¿Te han respondido Federación Internacional de Periodistas y Reporteros Sin Fronteras?

De momento sé que ambas entidades lo están tratando, pero no he tenido noticias al respecto. Es lógico que no sean tan ágiles como la FAPE y la Red de Colegios de Periodistas porque sus estructuras son distintas.

¿Toda esta polémica da para escribir una segunda parte de ‘COVID-19-PERIODISTAS’?

Partiendo del veto que ha sufrido mi libro, sería interesante avanzar en una investigación sobre los algoritmos y las reglas que utilizan las plataformas como Amazon, las redes sociales o el propio Google para decir qué información o producto es accesible o no la población. Es sin duda un tema muy interesante y de vital importancia para el futuro de las sociedades democráticas.

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