Una labor callada pero efectiva con la sostenibilidad. Eso es lo que propone con el ejemplo en este artículo Christoph Erni, CEO de Juice Technology.

Poco ruido y muchas nueces

Por Christoph Erni, CEO de Juice Technology 

Un paso importante en términos de sostenibilidad es, sin duda, el salto hacia la e-movilidad. Y es que la movilidad sostenible tiene mucho que decir a la hora de que la emergencia climática eche el freno. Desde Juice Technology -como fabricante de soluciones de recarga para vehículos eléctricos- estamos convencidos de que, para avanzar hacia un modelo de movilidad más sano, limpio y razonable para el planeta, es necesario contar, debatir y concienciar sobre la necesidad de este proceso de transición. Pero, sobre todo, es importante actuar.  

Nuestra estrategia de Responsabilidad Social Corporativa está íntimamente ligada a la movilidad sostenible desde los propios cimientos de nuestra actividad y de nuestro modelo de negocio. Para nosotros este concepto de sostenibilidad comienza desde el mismo momento en que diseñamos nuestras soluciones, pues la propia infraestructura de carga ha de ser en sí misma sostenible. Es por ello por que utilizamos aluminio en lugar de plástico, que puede ser reciclado y que además garantiza una mayor perdurabilidad. 

Y esta perdurabilidad es un pilar central cuando hablamos de sostenibilidad. En nuestro caso, añadimos a nuestros productos el adjetivo “future-proof”, esto es, siempre hablamos de soluciones diseñadas y fabricadas para garantizar un óptimo funcionamiento a largo plazo. Y es que la vida útil de una estación de carga habitual es de 10 años, pero las de Juice tienen una durabilidad de una media de 20 años. 

El sortware es clave

La clave aquí es el software, que es el que hace que la infraestructura de carga esté preparada para el futuro. Es la única manera de que la estación pueda actualizarse y adaptarse a las necesidades futuras sin necesidad de modificar la propia infraestructura física. Garantizar esa durabilidad también es sostenibilidad, pues redundará en un ahorro considerable en las cantidades de energía necesarias para fabricar este tipo de productos. 

Por otra parte, nuestra compañía también ha obtenido la certificación ISO 14001, lo que confirma que nuestros procesos de producción son respetuosos con el medio ambiente y que ese enfoque eco se refleja también en todos los eslabones de la cadena de suministro. El certificado “Activate 2020” y la licencia WEEE también hablan bien de nuestra actitud hacia el reciclaje y la clasificación de residuos. 

Esta «filosofía sostenible» se extiende, incluso, al desarrollo de nuestras soluciones de software. Por ejemplo, nuestro sistema de gestión de carga omnidinámica smartJUICE está certificado según la norma ISO 50001 y garantiza al usuario una gestión óptima de la energía con la máxima eficiencia.

Más árboles para compensar la huella de carbono

A la hora de minimizar al máximo nuestra huella de carbono como fabricante vamos, incluso, más allá. En los últimos años hemos apoyado a varias ONGs en proyectos relacionados con sostenibilidad medioambiental, con el objetivo de neutralizar las emisiones de CO2 generadas durante la fabricación de nuestros productos. Pero no se trata de proyectos elegidos al azar para plantar árboles de forma aleatoria o en monocultivos con especies limitadas, sino que estamos colaborando con proyectos que se están llevando a cabo en zonas forestales naturales, donde los árboles sembrados pueden alcanzar fácilmente los 50 años de vida y algunos, incluso, pueden llegar a los 100. 

Así, hace un año y medio contribuimos a restaurar algunos bosques de la Columbia Británica, en Canadá, que fueron diezmados por un devastador incendio forestal en 2017. Ahora, y coincidiendo con nuestra llegada a España, hemos trasladado nuestro apoyo a la provincia de Bizkaia, donde estamos colaborando con Lurgaia Fundazioa para recuperar los bosques de Undabaso, parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y donde la biodiversidad se encuentra amenazada por grandes plantaciones de pinos y eucaliptos. 

En este sentido, un solo árbol es suficiente para compensar las emisiones de CO2 que se generan durante la producción y transporte de nuestro “buque insignia”: el cargador portátil Juice Booster 2. Teniendo en cuenta que este árbol absorberá un total de 120 kilos de CO2 dentro de los diez años posteriores a su siembra, la huella de carbono derivada de la fabricación de este cargador se equilibrará rápidamente. En el caso de la producción de nuestras estaciones de carga fijas más grandes, llegamos a plantar hasta doce árboles, como contribución a una movilidad más respetuosa con el medio ambiente.  

Futuro

Estamos convencidos de que la movilidad sostenible es el futuro y ya estamos dando grandes pasos hacia este nuevo modelo. Pero, además de promover el cambio y concienciar sobre su necesidad a la sociedad, para que este proceso de transición sea ecológicamente sostenible hemos de mantener la huella ecológica lo más baja posible desde el principio, desde el propio diseño de las soluciones y desde su proceso de producción. 

En definitiva, en esto de la sostenibilidad medioambiental el ruido nunca está de más para inspirar y para concienciar. Pero, definitivamente, el verdadero cambio viene de la acción y no de las palabras. Mucho mejor, al menos en este terreno de la sostenibilidad, lo de “muchas nueces y poco ruido”. A mí, al menos, me suena mejor. 

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