La retirada de Salvador Arenere tras 17 años en la presidencia de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA) depara en este nuevo año el relevo de Fernando Rodrigo al frente de la organización. En estos menesteres estará escoltado por Diana Marchante, llamada a sumar una nueva responsabilidad en la presidencia de Rodrigo. Ambos deberán saber darle a la organización una visión menos presidencialista que hasta la fecha, pero igual de eficaz, pilotando un cambio tranquilo.
La sombra de Arenere deja un excelente trabajo a su paso y unos envidiables resultados que, ahora, habrá que mantener, primero, y darles un nuevo enfoque, después. Bien instalada en la sociedad aragonesa, ADEA es un vehículo en plena autopista de la información. Referente en el sector de los directivos y ejecutivos, aglutina elogios procedentes de todas las Instituciones y de las formaciones políticas de todos los colores.
Ese es el reto: mantener lo mucho ganado. Estamos convencidos de que, al dar el paso y hacerse con el timón de la organización, Fernando Rodrigo y su nuevo equipo conocen el terreno que pisan y saben los muchos ojos que los van a estar mirando. Solo con la confianza en sus fuerzas y con un equipo entregado, será posible que el futuro se escriba igualmente con las mismas coordenadas de eficacia que en los 17 años anteriores que ahora ya son historia.
Mimbres no faltan. El tiempo, al final, irá juzgando. El reto apasionante de Rodrigo se estrena con este año. El papel que juega ADEA es de mucho peso en el sector empresarial de Aragón. Es una voz acreditada entre los profesionales. Primer ejercicio pos-Arenere a la vista. Casi nada.
¡Suerte en el empeño!