precios en la cadena alimentaria

¿Cómo se conforman los precios en la cadena alimentaria?

La Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería analiza el fenómeno de los precios en la cadena alimentaria

El debate de la actualidad informativa gira en torno a los precios de origen y mercado en los productos agroalimentarios. Y se está terminando por asentar un mensaje simple a la par que simplista: por el camino que va de lo poco que se paga a los productores y lo caro que se venden en los comercios, hay alguien que se lucra, y mucho, a costa de los demás. Y la realidad es mucho más compleja.

En este marco, el sector de la distribución y los comercios están en el punto de mira. Y Extradigital ha querido preguntar a la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) como se conforman los precios en la cadena alimentaria.

Márgenes comerciales

En este sentido, para el Secretario General Técnico de CAEA, Álvaro González Zafra, es “muy importante no hacer comparaciones simplistas que sólo contemplen el margen bruto, es decir, la diferencia entre el precio en origen y el precio en destino.”

Y es que son muchos los agentes y operadores que intervienen desde que el fruto está en el árbol o el animal en la granja hasta estar colocado en el lineal del supermercado. Por ejemplo, entra en liza la industria transformadora, envasadora, central logística y mayoristas, transporte, minoristas … que hacen posible que el consumidor encuentre productos frescos todos los días. 

Este engranaje cumple “una función importante y necesaria”, aportando valor y seguridad. Y también, tiene un coste. ¿Con qué margen comercial neto? Con el resultado de restar al margen bruto los costes directos e indirectos asociados durante todas las fases del proceso de comercialización.

La cadena

¿Y cuáles son? Pues los derivados de la mano de obra, materiales, pesaje, transporte en todas las fases, costes energéticos, establecimientos, embalajes, envases y adecuada gestión de residuos, mermas por deterioro o desperfectos, gestión comercial, seguros, impuestos, etc.

Así resulta, que el margen neto en el sector de la distribución es escasísimo, y se sitúa entre el 2% y el 3%. Esto indica que “en absoluto existen abusos ni prácticas desleales, cuestión que además es corroborada por la AICA dada la ausencia de sanciones al sector de la distribución comercial minorista, así como por estudios de la propia Junta de Andalucía publicados en la web de la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía”, comenta el directivo de CAEA.

Por ello, para González Zafra “es contradictorio acusar de márgenes elevados y precios muy bajos a la vez. A la distribución se la culpa siempre, tanto si los precios son bajos como si son altos. Lo que existe es una máxima competitividad y eficiencia con márgenes escasísimos basados en la alta rotación y volúmenes de venta, y no en los márgenes de precios, que son 5 puntos inferior a la media europea en España y Andalucía en el sector de la distribución alimentaria, para bien de los consumidores.

Factores que influyen en la conformación de los precios

Pero además de los motivos propios de la cadena alimentaria hay otros factores externos pero totalmente decisivos en en el precio final.

Por ejemplo, que en la producción hortofrutícola española, el 80% se exporta y del 20% restante sólo un 7% se vende en la distribución moderna organizada. Y el resto se comercializa a través de otros canales (zumos y néctares, mercas y mayoristas, mercados de abasto, “on line”, comercio ambulante, etc.). Poco margen de acción “para acusar” a la distribución de fijar los precios.

Igualmente influyen actores geopolíticos internacionales como el veto ruso de Putin, el Brexit o los aranceles de Trump; la política agraria común (PAC) o la múltiple normativa internacional para las importaciones e importaciones relativa en seguridad alimentaria, garantías fitosanitarias o costes laborales distintos.

Y todo ello contando con que hay 4.000 cooperativas agroalimentarias en España, primer país exportador europeo y, sin embargo, ninguna de esas cooperativas está en el top 50 de Europa. 

En la misma línea, hay más de 300 cadenas de supermercados en España, múltiples enseñas y positiva convivencia entre operadores internacionales, nacionales, regionales, provinciales y locales y entre los distintos formatos (distribución moderna organizada -súper, híper y autorservicios- mayoristas, canal Horeca, mercados de abastos, comercio tradicional, comercio “on line”, comercio ambulante, etc.).

Soluciones

Álvaro González Zafra ofrece diferentes soluciones que pasan por el mayor dimensionamiento y estructuración del sector productor, integración cooperativa y concentración. Y también en establecer relaciones estables y duraderas, basadas en la confianza, información y transparencia, con reparto de riesgos y beneficios tendente al equilibrio en la cadena.

Igualmente es necesaria estabilidad en los precios, “dado que la distribución comercial es la primera interesada en que no haya volatilidad ni cambios excesivos que confundan al consumidor”.

El Secretario General Técnico de CAEA se muestra “encantado de trabajar y cooperar para buscar soluciones consensuadas con las Administraciones y todos los agentes implicados, pero la solución no está en la distribución”.

Eso sí, “cualquier solución tendrá una línea roja y un límite por parte de la distribución, que no puede pagarla en ningún caso el consumidor con subidas de precios porque todos perderíamos competitividad y se vería reflejado en un incremento del IPC”, ha impelido.

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