La coordinadora del Grado de Periodismo en la Universidad de Zaragoza, Carmen Marta, hace un balance de estos estudios desde su implantación en 2008. Subraya que es uno de los grados más demandados, al tiempo que resalta los buenos resultados que cosechan sus alumnos. La profesora apuesta por profesionales que no pierdan de vista los valores del periodismo tradicional, pero que estén preparados para la convergencia con los aspectos digitales.
- El grado de Periodismo en la Universidad de Zaragoza es relativamente joven, aunque ya cuenta con varias promociones. ¿Qué balance hace desde su implantación?
- El balance es tremendamente positivo. Por un lado, cuenta con un alto nivel de demanda por parte de los alumnos (más de 600 solicitudes anuales). Además, la tasa de éxito en el mismo es muy elevada. En general, son alumnos brillantes, algo en lo que puede influir la elevada nota de corte que exige (11 sobre 14, la segunda más alta de toda España). En este sentido, también es positivo el balance a nivel de prácticas en empresas, ya que tenemos 75 convenios con medios de comunicación de toda España. En este sentido, quiero destacar las felicitaciones que recibimos por parte de las empresas, por la preparación de nuestros alumnos. De hecho, las tasas de inserción de los mismos son muy buenas. Más de la mitad de nuestros alumnos trabajan, mientras que el 28% han decidido seguir con formación, con cursos de posgrado o el doctorado.
- ¿Se ha notado mucho la crisis en las matriculaciones?
- En nuestro caso, no. Somos uno de los grados de la Universidad de Zaragoza más demandados y, de hecho, no sólo recibimos de la comunidad, sino que también vienen de otras. Zaragoza tiene una situación geográfica estratégica, pero también se ha extendido la voz de que la formación aquí es buena. De hecho, también ha subido la tasa de alumnos que quieren venir de Erasmus o con becas SICUE.
- El periodismo no es que pase por su mejor momento ¿Qué cree que motiva a los alumnos a estudiar este grado?
- Se trata de una profesión totalmente vocacional. Y les mueve eso. Quieren ser periodistas o comunicadores…
- El sector ha cambiado mucho en los últimos años. ¿Están adaptados los planes de estudios universitarios a la actividad laboral real?
- En nuestro plan de estudios está todo articulado para que en cada uno de los cursos los alumnos tengan un proyecto que les permita conocer las diferentes ramas del sector. En primero se abordan los géneros de información en prensa. En segundo, radio y televisión. En tercero se ahonda más en la comunicación audiovisual, con asignaturas específicas. Y en cuarto, se profundiza en la comunicación online. Está plenamente adaptado. De hecho, nuestros alumnos reciben una formación teórica que se complementa con una formación práctica, ya que contamos con los mismos medios técnicos que puede haber en una redacción, una emisora de radio o una televisión. De ahí que cuando llegan a una empresa a hacer prácticas estén perfectamente preparados
- Otro problema es el exceso de demanda frente a la escasez de oferta del mercado laboral. ¿No se está formando a muchos profesionales en un sector que, por su propia estructura, es incapaz de absorber?
- Nosotros nos planteamos ser una universidad que se proyecte más allá de Aragón, porque el volumen que tienen el mercado laboral aquí es el que es. En este sentido, una de nuestras líneas de trabajo es preparar al alumno para ser emprendedor. A través de proyectos de innovación docente y de proyectos piloto que hacen en todas las asignaturas, animamos a los alumnos a buscar necesidades no cubiertas, ya sean de carácter audiovisual, digital o de otro tipo, para que ellos proyecten soluciones. Y ya tenemos alumnos que están generando sus empresas. Y no sólo en Aragón, también fuera. Los alumnos deben comprender que sus posibilidades laborales no se ciñen a trabajar en un medio o en un gabinete, sino que son más amplias. Luego también hay una parte del alumnado que apuesta por la vertiente investigadora.
- Respecto a la investigación, ¿cómo está este ámbito en la Universidad de Zaragoza?
- En estos momentos contamos con el Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID), que está reconocido por el Gobierno de Aragón y financiado por el Fondo Social Europeo, que está conformado por 28 investigadores (no todos de la Universidad de Zaragoza). Participamos en redes de comunicación y todo lo que investigamos está pensado de cara a la transferencia de conocimiento a la sociedad. Uno de los proyectos más importantes para nosotros es el Proyecto ECO, que versa sobre una investigación de la Comisión Europea sobre el potencial de los MOOC (cursos masivos abiertos en línea), que ofrecen formación gratuita a decenas de miles de internautas. Es un proyecto puntero de investigación en el que participa la Universidad de Zaragoza junto con otros 23 socios, entre los que se encuentran la Sorbona de París o la Universidad de Manchester. Es muy gratificante acercar a la Facultad de Filosofía y Letras proyectos que suelen ser más habituales de las ciencias experimentales y técnicas que de las sociales.
- Una de las salidas naturales para los estudiantes de Periodismo son los medios de comunicación. ¿Cómo los ve?
- Yo creo que tienen muchas posibilidades, pero hay que repensarlos. Deben adaptarse a las nuevas formas de recepción social. Las generaciones que, tradicionalmente, han leído el periódico en papel están ahí todavía. Y aunque creo que el papel no va a desaparecer, sí que opino que hay que reformularlo. Los medios tradicionales van a seguir existiendo, pero de forma combinada con los nuevos, que, a su vez, van a permitir una gran especialización, al mismo tiempo que una gran localización. Y todo ello sin fronteras, ya que Internet permite llegar a cualquier parte del mundo. Esto va a obligar a formar profesionales desde un punto de vista del periodismo tradicional, porque los fundamentos siguen siendo los mismos (rigor, fuentes contrastadas,…), al mismo tiempo que preparados para una convergencia digital. Preparados para trabajar en plataformas multimedia, capaces de trabajar en equipo, pero también de tomar la iniciativa de forma autónoma. En relación a las competencias, van a tener que ser más hombres orquesta, porque el mercado de trabajo es más complejo y es necesario que estén formados en una amplitud de lenguajes y narrativas, que les abran más posibilidades.