Podría decirse que, más que una comarca, es una provincia dentro de otra provincia. Y lo es a todos los niveles, incluido el del periodismo y la comunicación. Por este motivo, no podíamos dejar de lado, en la serie sobre el periodismo de provincias, de darle un espacio, como una más, a El Bierzo, donde hacemos la octava parada.
Dentro de la provincia de León, está compuesta por 38 municipios y cuenta con una superficie que supera los 3.000 km² y que los siete profesionales del periodismo que hemos reunido esta vez conocen al dedillo.
Hasta ahora hemos hablado, y lo seguiremos haciendo, de la importancia del periodismo de provincias y la labor que realiza, de su cercanía y servicio público pero, esto, no es algo nuevo. En este grupo, son varios los que han hecho memoria y han recordado cómo llevan años y años acercando las noticias hasta las casas de sus paisanos, costase lo que costase.
Así lo recuerda Manuel Cachafeiro, delegado de la Edición Bierzo en Diario de León, cuando le preguntamos por esa noticia que tiene marcada. La Marcha Negra fue para él un trabajo intenso, emocionante y gratificante en el que no se contaban con los medios de los que se dispone hoy en día. «Fueron más de 20 días haciendo dos, tres páginas diarias. No había internet, ni siquiera teléfonos móviles. Llamabas a la redacción desde un teléfono público de un bar o desde una casa que te dejaban utilizar el teléfono fijo. En la redacción te cogían la crónica ‘a pelo’, a veces casi sin redactar, con los apuntes que tenías. Desde Medina del Campo, desde Arévalo… El fotógrafo tenía que volver todos los días a León», recuerda.
Al hilo de esto, y con más de 20 años de experiencia a su espalda, Antonio Peña, cámara de La 8 Bierzo, habla de que el suyo (y el de sus compañeros) es un trabajo que forma parte de la memoria de la gente porque son ellos los encargados de dejar en la retina de las personas esa imagen de lo que ocurre. «Durante años y años hemos estado recopilando imágenes de multitud de hechos de la realidad social en toda su amplitud y dejándolos para la posteridad; hemos creado una biblioteca audiovisual que es impagable».
El difícil trabajo en las provincias
La labor del periodista nunca ha sido fácil, y en provincias menos aún. Porque ellos son los que recorren los rincones, los que hablan con la gente cara a cara, bajo el sol, con lluvia o nevadas imponentes a las que también llegan, sí. Un trabajo de «365 días y 24 horas», dice Peña y no siempre bien valorado. Ésta es la idea, quizá, a la que más vueltas hemos dado en este serial. Porque el reconocimiento, en ocasiones, se echa en falta tanto dentro como fuera del sector.
Dice Paco Otero, de esRadio Bierzo y redactor de Diario de León, que es un trabajo «muy poco reconocido, empezando por los grandes medios, que recortan tiempos locales de programación o espacio en prensa y que pocas veces confían en la gente de esos lugares cuando algo sucede y mandan a otros». De la misma opinión es Silvia Nogueiro, redactora de La 8 Bierzo, que cree que «a los periodistas locales se nos cuestiona más, se nos ve menos capaces o menos profesionales quizás por la cercanía que tenemos con quienes son protagonistas de nuestras historias».
La cercanía, en mayúsculas
Precisamente esa cercanía da al periodismo de provincias un valor del que, desde otros ámbitos, no se puede disponer. «Estamos más pegados a la calle y somos los menos dependientes de ‘teletipos’. El contacto con las fuentes es directo y eso influye a la hora de encarar el trabajo», afirma David Álvarez, de la Agencia Ical. Esto no quita, dice, que para informarse de otras cuestiones la gente recurra a medios nacionales pero «este periodismo es el más importante a la hora de conocer lo que ocurre a tu alrededor, en tu entorno más cercano», recalca.
Prosigue Ana Fernández Barrero, fotógrafa de Diario de León, que el trabajo de profesionales como ella y sus compañeros «es muy necesario y debería ser bastante más valorado, a nivel reportaje sobre todo». Aunque no siempre las cosas son fáciles porque «los que hemos decidido quedarnos en nuestra ciudad, nos gustaría ver otro tipo de periodismo pero el que manda, manda…», explica. «Es indispensable», comenta Alejandro García Nistal, Editor-CEO Grupo Actualidad Ibérica Digital (El Bierzo Digital, Astorga Digital, Laciana Digital, Valdeorras Digital), cuando hablamos del trabajo, del día a día de los periodistas de provincias.
Un día a día que, tanto para Alejandro como para Ana, cuenta también con un intrusismo que «deriva en algo negativo para nuestra profesión». Como negativo es la remuneración de estos trabajadores cuya lucha por unos salarios dignos (en todo el territorio, no sólo en El Bierzo) es una reivindicación que cuenta, casi, con el mismo recorrido de la propia profesión. Porque el sueldo de un periodista, lamenta García Nistal, «roza la miseria para titulados universitarios que, además, ven limitada la libertad de expresión para que el modelo de negocio funcione sin enfrentamientos con grandes empresas o administraciones públicas». Antonio Peña también reconoce que las sombras de este periodismo se basan en «la precariedad laboral que existe y en cómo gente que ha estudiado durante años tenga que buscar otros oficios». «Está muy poco remunerado y se suele realizar más trabajo cuanto más pequeño sea el medio», dice Paco Otero, al que sigue Silvia Nogueiro recordando que «tenemos que ajustarnos a los medios que tenemos, que suelen ser escasos».
Pero, a pesar de todo, ellos siguen ahí. Porque el orgullo por lo que hacen y la vocación que les trajo hasta aquí, que les hizo quedarse, pesa más que todo eso. «Nunca he necesitado salir del pueblo para sentirme realizada», sentencia Nogueiro. Cachafeiro, lo reafirma y asegura estar «muy orgulloso de ese periodismo ‘de provincias’ con el que apostamos por llegar hasta el último pueblo de la provincia de León; ésa es nuestra máxima».
Son periodistas, como dice Nogueiro, «por vocación y por devoción». Y, con eso, basta.

