- El deportista madrileño fue el encargado del encendido del pebetero del estadio de Montjuic, abriendo los Juegos Olímpicos de Barcelona 92
Comenzados los Juegos Olímpicos de Tokio, queríamos dar protagonismo en nuestra sección ‘Qué fue de’ a algún olímpico que le hubiésemos perdido la pista y que representase algo más para todos nosotros, Y no se nos ocurría nadie mejor que Antonio Rebollo. Y es que, aunque no tiene nada que ver con el mundo del marketing y la comunicación, no se puede negar que fue una de las figuras de los medios al día siguiente y uno de los actores del spot de tres horas de duración que, como me contó el creativo Luis Bassat tomando un café, fue la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas de Barcelona 92.
Todo un hito en la publicidad. Emitido a la vez en 1.500 millones de televisores en todo el mundo, fuimos más de 3.500 millones de telespectadores los que estuvimos conteniendo la respiración delante de la televisión cuando arquero madrileño prendió la llama olímpica disparando una flecha encendida sobre el pebetero en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Solo por eso Antonio Rebollo ya es digno de formar parte de ExtraDigital como miembro de nuestro elenco de nuestros queridos ‘Qué fue de…’.
Antonio Rebollo Liñán nació en Madrid en 1955. Este deportista español compitió en tiro con arco adaptado, llegando a ganar tres medallas en los Juegos Paralímpicos de Verano entre los años 1984 y 1992. Anteriormente, no se le conocía -aunque antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona ya había ganado varias medallas olímpicas- y su tiro lo seguimos recordando varias generaciones.
La historia del ‘flechazo’ más mediático
Recientemente le escuchábamos en la SER en una conversación con Francisco José Delgado. El arquero no ocultó que ese momento tan especial no sentó bien a mucha gente. Lo explicó de una manera bastante clara, dejando patente su desagrado: «A pesar de que le joda a mucha gente del deporte y del tiro, salió de puta madre».
El proceso de selección fue, cuanto menos, peculiar. Cuenta Rebollo que le citaron en una zona rural en el Valle de Hebrón junto a 200 arqueros y tras dos disparos, le seleccionaron a él.
Seis meses se estuvo preparando en el Castillo de Montjuic para no fracasar en la Ceremonia de Inauguración. Flecha tras flecha, día tras día, semana tras semana (incluidos sábados y domingos) estaba ahí nuestro Antonio Rebollo. Tanto disparo llegó, incluso, a provocarle quemaduras en uno de sus brazos. Sí, pasó a la historia, pero con gran sacrificio.
Otro mítico, Juan Antonio San Epifanio “Epi”, le pasó la llama olímpica y tras cogerla, girarse, tensar el arco, cerrar un ojo, apuntar y disparar a 67 metros de altura y 86 metros de distancia, encendió la llama. Los dos segundos se nos hicieron eternos. Aún lo veo en Youtube y pienso que se va a desviar la flecha. Imagínense qué hubiese ocurrido si llega a fallar. En España estaríamos más orgullosos de él, si cabe.
Antonio Rebollo se retiró como arquero profesional en 2009 tras conseguir un oro en la República Checa como seleccionador del equipo paralímpico. Casado y con dos hijos Antonio Rebollo a sus 66 años trabaja actualmente como ebanista en la base aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid.