- El patriarca de la familia, José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, fue uno de los empresarios más importantes del país, aunque acabó convertido en todo un personaje, tras la expropiación de RUMASA.
- Los seis hijos varones del matrimonio Ruiz-Mateos acabaron en prisión, sentenciados a penas de entre un año y nueve meses y dos años de cárcel
Podcast, Spoty, Ivoox… ¿Qué me están contando? Aún recuerdo cuando la playa era un soporte publicitario y, desde una avioneta, tiraban pelotas de Nivea, camisetas o llaveros. Hasta que se prohibió en 1988. Eso sí, todavía recuerdo pasar esa avioneta con publi de RUMASA. Sí, sí, la empresa que fundó José María Ruiz Mateos y cuya expropiación lo convirtió en todo un personaje. Pero, ¿qué fue de los Ruiz Mateos?
Para ello, hay que empezar recordando al patriarca. José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada nació en Rota y falleció en El Puerto de Santa María en 2015. Fue el fundador de un imperio que desapareció como la espuma. Y sí, fue empresario, pero también político. Recordemos que fue diputado del Parlamento Europeo en los 90.
El marqués de Olivara -porque también ostentó su título nobiliario- fundó un holding, el de RUMASA, con un gran peso económico en nuestro país. Llegó a contar con más de 65.000 empleados y 230 empresas. En 1983, el Gobierno se lo expropió por decreto-ley, alegando impagos millonarios a Hacienda y la situación de quiebra del conglomerado de empresas. Años después, intentaría resurgir con otro entramado, que llamó Nueva Rumasa, pero también se truncó, llegando a entrar en prisión durante tres años por delito de estafa, insolvencia y alzamiento de bienes.

Una vida de luces y sombras. De riqueza, enfrentamientos y caída hasta el ostracismo. Del cielo a los infiernos. Murió solo, rodeado, únicamente, de su familia. Poca gente se acercó al tanatorio. Y tras su muerte, el clan tocó a su fin cuando el juez instructor de la Audiencia Nacional del caso Nueva Rumasa acordó el embargo de los bienes y derechos económicos de la herencia de los seis hijos imputados en la causa, tras conocerse que existía un testamento cerrado del empresario jerezano.
Su mujer, Teresa Rivero, tiene 86 años. Fue pieza clave en la vida de su marido. Tuvieron 13 hijos, seis hombres y siete mujeres, que les han dado un total de 57 nietos. Algunos no sabrán que apareció otra hija, Adela Montes de Oca, que se reconoció. Nacida en Chicago, era fruto de una relación del empresario con una traductora española. Pero Teresa Rivero siempre estuvo a su lado y en primera línea en algunos de sus negocios. De hecho, muchos recordarán que fue presidenta del Rayo Vallecano entre 1994 y 2011, convirtiéndose, así, en la primera mujer en presidir un club de fútbol en España. En la actualidad vive en su Cádiz natal, compaginando temporadas en Madrid. Apenas se deja ver. Misa, cartas, té y sus hijos es lo que acompaña la vida de la matriarca.

Doña Teresa ha pasado un año más tranquilo que el 20. El primer año de pandemia estuvo ingresada en el hospital Puerta de Hierro a causa de una rotura de cadera por una fuerte caída. Todo se complicó por una neumonía a causa del contagio del coronavirus. Ella misma resumió la situación familiar a finales del año pasado: “Estoy en la ruina y mis seis hijos en la cárcel, pero son muy buenos niños”.
Sus seis hijos varones (José María, Zoilo, Alfonso, Pablo, Francisco Javier y Álvaro) tras la muerte de su padre fueron investigados y juzgados por un delito de estafa y otro de insolvencia relacionados con un hotel en Mallorca y otro en Gran Canaria. “Como buenos hijos achacaron la culpa” a su padre, algo que no les salvó de seguir los pasos del patriarca. Los seis acabaron entre rejas sentenciados a penas de entre un año y nueve meses y dos años de cárcel.
¿Y qué fue de las hijas del matrimonio Ruiz Mateos?
Seguro que alguno se estará preguntando qué fue de las hijas del clan Ruiz Mateos. Socorro, la primogénita, murió en 2011 a los 57 años a causa de una leucemia. Teresa lo era todo en Jerez y contaba, junto a su marido, con un magnífico chalé en la exclusiva urbanización de Vistahermosa en El Puerto de Santa María. No se les ve en ambas localidades. Desaparecidos. Begoña nunca estuvo de acuerdo con la miserable acusación de sus hermanos contra su padre ya fallecido, haciéndoles responsables a ellos de los teje manejes con los dos hoteles. El resultado no fue otro que la enemistad con sus 11 hermanos. Begoña y la joven Adela, a la que ya he hecho mención anteriormente, decidieron renunciar a la herencia. Herencia que, por otra parte, está perdida, según dicen algunos, en diferentes paraísos fiscales. Paloma y Almudena cuidan de la deteriorada salud de su madre entre la casa de la segunda en Boadilla del Monte y de la primera en El Puerto de Santa María.
En febrero de 2021, los seis hijos varones dejaron de estar en prisión al lograr el tercer grado. Viven bajo control telemático tras cumplir condena de hasta seis años en algunos de los casos. Viven en Madrid, la mayoría con sus familias. La mala noticia es que existe una petición fiscal de 16 años de cárcel por la venta irregular de pagarés de Nueva Rumasa. Queda pendiente, por tanto, el juicio más problemático. Se trata del relacionado con unos pagarés, un proceso que empezó en 2011, cuando se les acusó de haber captado 337 millones de euros de 4.110 inversores a cambio de pagarés, dejando a deber 289 millones.
Los Ruiz Mateos han visto cómo se les embargaban las casas, perdían todo. Un imperio económico que se derrumbó hasta quedar en nada. Teresa, sus hijos, sus nietos y biznietos viven al “estilo de Pablo Escobar Gaviria”, escondidos de todo y de todos, fundamentalmente de la prensa.