- El actor disfruta de una comida irrepetible, preparada por los chefs Quique Dacosta, Mauro Colagreco, José Andrés, Joan Roca y Martín Berasategui.
- La iniciativa era el colofón a la campaña que el año pasado ideó la agencia Leo Burnett, para que el actor se convirtiera en la imagen de Madrid Fusión 2022
Robert de Niro cumplió. Dijo sí en mayo pasado y este 1 de marzo ha acudido a degustar el menú impagable que le ofreció Madrid Fusión Alimentos de España a cambio de participar en la promoción del congreso de gastronomía más importante del mundo. Los cómplices de aquella propuesta, Quique Dacosta, Mauro Colagreco, José Andrés, Joan Roca y Martín Berasategui, han sido los encargados de ofrecerle una comida irrepetible. Un menú impagable que Robert de Niro nunca olvidará.
Durante más de tres horas, Robert de Niro ha disfrutado de ese menú único e impagble en la suite real del Mandarin Oriental Ritz, Madrid, junto a su actual pareja, Tiffany Chen. Ha cortado jamón, ha pedido mojar pan en el plato de kokotxas que ha preparado Martín Berasategui y se ha comido con ganas las angulas de Ribadesella que José Andrés había conseguido gracias a La Huertona. Sin duda, ha ido predispuesto a pasarlo bien. Nada más entrar en el salón, antes de sentarse, ha comentado en broma: «Pónganme todo lo que sobre para llevar». Luego, durante la comida, se ha levantado varias veces a fotografiar el emplatado de los chefs. Se ha mostrado cercano, interesado por los productos y sorprendido por las presentaciones, los sabores y las texturas de muchos de los platos.
Entusiasmado con las propuestas
Más de tres horas durante las que el actor de Uno de los nuestros, Taxi Driver, Toro Salvaje o El Padrino 2 se ha mostrado entusiasmado con las propuestas culinarias que prepararon los cinco cocineros. Los platos han salido vacíos del comedor. A la cita solo ha faltado José Andrés, aunque no sus platos. El cocinero asturiano afincado en EEUU, capaz de dejarlo todo por acudir en ayuda humanitaria donde sea requerido, está desde el lunes con su ONG, World Central Kitchen, en la frontera de Polonia y Ucrania, sirviendo comida a los refugiados. Pero para la comida de De Niro estaban sus platos, los que iba a preparar en Madrid, de los que se ha encargado su mano derecha, Carles Tejedor.
El menú final de la comida impagable había sido consensuado hace tres semanas por los cinco chefs en una videoconferencia conjunta. Para esta ocasión tan especial, han elegido platos icónicos de sus cartas, con guiños a productos de temporada representativos de sus cocinas. Y es que este menú impagable ha sido el colofón a la campaña que el año pasado ideó la agencia Leo Burnett y ha plasmado en un vídeo la productora Attic Films, en la que se pedía a Robert de Niro su participación a cambio de esta comida irrepetible.
Una experiencia irrepetible
Los 16 pases de la comida han quedado en la minuta de un menú irrepetible. La experiencia ha comenzado con una serie de aperitivos a base de producto, con jamón ibérico de bellota 5J 2018 y queso Olavidía de Quesería Quesos y Besos -mejor queso del mundo en el World Cheese Awards 2021-, que acompañaron con panes de Panem, mejor panadería de Madrid en 2019, y maridaron con un vino a la altura: Dom Pérignon Plenitud 2, 2003 de pinot noir, chardonnay y pinot meunier de la AOC Champagne.
Después, han aparecido los chefs con los entrantes. En concreto, lo ha hecho Quique Dacosta con sus salazones en atmósfera salina y la rodaja de tomate seco. Se han acompañado por un González Byass Viña AB Estrella de los Mares Palomino Fino de la DO Jerez-Xerez-Sherry, la cava de ida y vuelta que ha recorrido los mares y océanos del planeta a bordo del Buque Escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano.
En los platos principales, han llegado los otros tres cocineros con algunos de sus platos más representativos: la contesa de espárragos blancos y trufa de Joan Roca, la remolacha con salsa de caviar Osciètre de Mauro Colagreco y el milhojas caramelizado de anguila ahumada, foie gras, cebolleta y manzana verde de Martín Berasategui. Esta primera entrega de los platos del menú irrepetible ha exigido un cambio de copas para catar uno de los vinos más singulares españoles, una cosecha mítica: López de Heredia Viña Tondonia, Blanco Gran Reserva 1964, Viura y malvasía, de la D.O.Ca Rioja.
Maridaje sinfónico
La sinfonía en el maridaje ha proseguido con otro vino emblemático, Vega-Sicilia Único 1989 de tinto fino y cabernet sauvignon, una de las mejores cosechas de la D.O Ribera del Duero. Con él maridaron las propuestas de José Andrés (Fresas con nata y erizo), Quique Dacosta (Gamba roja de Dénia hervida en agua de mar), Joan Roca (Toda la gamba. Gamba marinada en vinagre de arroz, jugo de la cabeza, patas crujientes y velouté de algas) y de nuevo José Andrés (angulas ahumadas con guisantes lágrima y chicharrón de soja).
Los tacos de merluza con kokotxas, emulsión de café y escamas de pimentón de Martín Berasategui y el arroz variedad Sénia entre cenizas de trufa negra del maestrazgo de Quique Dacosta han cerrado la parte salada de la impresionante jornada gastronómica en la suite real del Ritz.
Dos postres han puesto el colofón a la cita: Naranjo en flor del argentino Mauro Colagreco y el Postre Láctico, dulce de leche, helado de leche de oveja, espuma de cuajada de oveja, yogur de oveja y nube de Joan Roca. El brindis final a esta colosal comida lo ha puesto un Noé Pedro Ximénez VORS de González Byass.
«Esto no es una comida. Es algo increíble que recomendaría a cualquiera que tuviera a la posibilidad de vivirlo». Así ha resumido Robert De Niro esta aventura gastronómica que no olvidará. Ni él ni los cocineros que han participado. Y es que, desde ahora, Bob es uno de los nuestros.
