No parece verse el final a tanto desmán económico. Va a resultar cierta aquella lapidaria y vergonzante frase de la exministra Carmen Calvo cuando afirmó sin rubor, que el dinero público no era de nadie. Viendo la nefasta gestión de la RTVE parece ser así. En el primer trimestre del año, RTVE acumula la cantidad de 15 millones invertidos en proyectos fallidos y que se presentaron en su día como apuestas decididas por recuperar audiencias y prestigio a partes iguales.
Pues ni lo uno ni lo otro, y al final un gasto más que deja en entredicho una deficiente dirección del Ente. Más de lo mismo para una presidencia interina cada vez más errante en el camino de socavar por tierra, mar y aire el prestigio y las cuentas de la cadena.
Programas cancelados o sin llegar a grabarse
Pero aquí no se trata de aplicar el “café para todos”. Mientras el ente hace aguas en la gestión, las productoras, especialmente las de referencia y muy del gusto de la dirección, hacen su agosto con suculentos contratos que se deben cumplir aunque los programas hayan sido cancelados o sin llegar a grabarse en algunas ocasiones. Empresas como Lacoproductora–PRISA, The Pool Talent, Zeppelin TV, Tesseo y Carlos Franganillo, con producción propia, son las grandes beneficiadas.
Junto a estas empresas aparecen los nombres ya habituales de José Miguel Contreras o Andrés Varela Entrecanales como cabezas pensantes de esas productoras tan favorecidas y que no quieren más que perpetuar los modos tan rentables que tienen de ganarse la vida a costa del fracaso de sus formatos.
Lo dicho, parece no haber final para cortar una sangría económica que suena ya a sistémica y que nos va a llevar a cerrar el año con unos números tan evidentes que bien podremos hablar, de no variar el rumbo, de la peor etapa económica de la televisión pública española. De audiencias, de explotación comercial y de prestigio ni hablamos. Eso daría para más artículos. Pero por resumir y no cansarles, todo mal.