“¿Te acuerdas de Twitter?” será una frase que pronto diremos. El gran periódico ciudadano con más de 319 millones de “reporteros” repartidos por todo el mundo) es posible que tenga sus años contados.
Esta plataforma cambió las fuentes de información -y de opinión- en el mundo por permitir conocer de primera mano las declaraciones de políticos, modelos, deportistas o actores. Catástrofes climáticas, nacimientos, muertes, eventos deportivos, conciertos, actividades culturales y noticias empresariales o políticas que suceden en el mundo podemos conocerlo a través de la pestaña de “trending topic”. Todo en tiempo real, un segundo después de haberse producido.
Twitter abrió la puerta a la denuncia dando más peso a cada individuo. Permitió a todo usuario sacar “el periodista” -bueno o malo- que lleva dentro. Hasta nos ha permitido acompañar a los 280 caracteres -antes 140- la emisión de videos y así poner voz a nuestro punto de vista.
Twitter ya ha cumplido doce años en el Universo Social Media. Del primer tuit de Jack Dorsey en el 2006 “just setting up my twttr” al abandono de esta red por parte de algunos de sus protagonistas. Los hashtags, RT y menciones pueden tener sus días contados.
Recuerdo las reacciones en Twitter del fallecimiento de Nelson Mandela (95.000 tuits por minuto), la indignación generada por los ataques en Paris con el hashtag #PrayForParis, la creación de la primera cuenta de un Papa, Benedicto XVI, o el manantial de tuits que genera una Olimpiada o Mundial de Fútbol.
Podemos poner voz, pero no hay restricción alguna. Casi todo vale. Su funcionamiento ha marcado un futuro de la comunicación que se debe regular y mejorar. Pronto nacerá otra red, con otro nombre, colores distintos, pero habrá sido Twitter a quien deberemos agradecer habernos proporcionado la posibilidad de comunicar y que nos comuniquemos. Esta plataforma nos ha descubierto que la comunicación es un derecho.
Los problemas entre su equipo directivo, los números no acompañan, la aparición de otras redes instantáneas y el hartazgo del usuario amenazado, insultado e injuriado por otros, apunta claramente a un futuro incierto de la compañía donde su final puede estar más próximo de lo que creemos.
A día de hoy sigue viva… o no. Sí, está viva porque vemos la televisión “conectados” al hashtag pero muchos de los seguidores son irreales, están alejados de la red y no se pasean nunca por la cuenta que un día crearon.
Incluir gifs, la incorporación de encuestas o la eliminación del límite de caracteres para los mensajes privados son mejoras lejos de renovar el estado de una red que va perdiendo fuelle lentamente. Prueba de ello es que llegó a ser Trending Topic el hashtag #RIPTwitter
Comenzó revolucionando la comunicación y como símbolo de influencia, pero además de estar muy lejos de los 2.200 millones de usuarios al mes de FB (Twitter cuenta con 320 millones), los que influyen se cansan de una parte del resto.
Pocos son los famosos que tienen a la red como referencia de sus comunicados. Trump sería uno de ellos, pero muchos son los que han comenzado a renegar de esta plataforma. La libertad que permite Twitter ha favorecido, por el contrario, la llegada masiva del insulto, mal rollo y aumento de los trolls.
Esta semana la influencer por excelencia, Dulceida, con 2,3 millones de seguidores ha cerrado su cuenta. Dos días antes unos memes, a la actriz Millie Bobby Brown de Stranger Things, promoviendo la homofobia ha hecho que también diese portazo a la plataforma. En definitiva, Twitter es la red que permite atacar con más facilidad al personaje público.
La intuición del Cronista la confirman las empresas que analizan la actividad de los famosos en Red al afirmar que Twitter cae. Personality Media señala que una publicación de un influencer en Twitter tiene 1.000 interacciones, frente a las 37.000 de Instagram, por tanto, es la menos interesante para dichos personajes y las marcas que prescriben. Instagram ha robado la cartera a Twitter gracias a sus imágenes, inmediatez, engagement e ingeniosa creatividad fotográfica.
Personality Media también ha realizado un análisis de la actividad de los 300 personajes más influentes en Twitter, Facebook e Instagram durante tres meses de 2016 y los tres mismos meses de 2018. Santiago de Mollinedo, director de la consultora, ha señalado que «en tres meses (de 2016), las 300 celebrities más importantes hicieron unos 115 posts de media en Facebook. Este mismo año han hecho unos 46: caen un 62%», explica De Mollinedo. En Twitter la cosa va aún peor: «Pasan de 168,8 publicaciones de media a 100,69: eso es una caída de más del 40%».
En España observaremos qué derroteros toman las cuentas de nuestros artistas, deportistas y políticos, así como las de los mejores tuiteros de humor que demuestran gran ingenio hora tras hora.
Ya nos abandonó El gran sarcasmo. Solo toca esperar lo que aguantan personajes conocidos como Juan Ceñal, Kim Jong-un, Gerardo Tecé, Carlos Langa, Dios, Señorita Puri, Petete Potemkim, Super Falete, Kikolo, Pelicano Manchú, Talentino, Señorita franquista, El afilador, Bob estropajo, el profeta Baruc, La Merkel, Anacleto Panceto, el Largo, Pepe Lee, SrHuevon, No Abras Paz, Quevedo 2.0, Kurioso, Pastrana o La vecina rubia.
Mientas Twitter camina vía al olvido o si por el contrario consiguen resurgirlo les recomendaré que no pierdan de vista @extradigital_es