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Una ayudante técnico educativo de un colegio burgalés decidió colgar en redes sociales la propuesta de una alumna del centro para luchar contra el bullyng.
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El mensaje se viralizó en pocas horas y ahora el centro educativo luce en su patio un banco de la amistad para que ningún escolar se sienta solo.
Esta es la historia de cómo el poder de las redes sociales puede aportar positivamente a la educación. Y empieza con Haizea Cozar, una alumna de 5º de Primaria del CEIP Fernando de Rojas de Burgos. La carta a la directora que esta escolar escribió el curso pasado, motivada por su profesor, Alberto Cotillas, sugería crear un banco de la amistad en el patio. «Así, quien se sienta solo podrá ir allí y quien le vea sentado podrá preguntar: ¿Quieres jugar conmigo?», pensó en su momento Haizea.
La idea original de esta alumna reside en la iniciativa de la niña Acacia Woodley, que ideó un banco de la amistad para acabar con las disputas en su colegio, un centro de Estados Unidos. Y la transformación de la idea en realidad ha corrido a cargo de Silvia Velasco, una ayudante técnico educativo que se incorporó este curso para trabajar en el Plan de Diversidad del centro. Fue ella quien, al descubrir la idea de Haizea, decidió compartir la carta en su muro de Facebook.
En pocas horas la publicación se hizo viral con miles de ‘me gusta’ y comentarios que alababan el proyecto y felicitaban a su autora. Organizaciones del ámbito de la inclusión, la infancia (Unicef) y la psicología, entre otros, compartieron la carta del Haizea. Todo ello aceleró el proceso y el pasado fin de semana el conserje pintó de colores, como pedía la alumna, el banco que ya luce en el patio.
Un caso que pone de relevancia que, las redes sociales, también pueden sumar contra el bullying. Ahora, otros centro educativos de España ya se hayan puesto en marcha para tener, también, un banco de la amistad en su patio.