El modelo elegido por Moncloa para las comparecencias del Presidente está encallando, una y otra vez, en el turno de preguntas. La imposibilidad de los periodistas de estar presente en la sala de prensa, por razones sanitarias, hace que tenga que recurrir a Miguel Ángel Oliver, Secretario de Estado de Comunicación, como mediador que filtra, agrupa y finalmente dirige las cuestiones al Presidente.
El resultado no contenta a nadie. Por una parte, cientos de periodistas firmaron el documento #LaLibertaddePreguntar donde se exige al gobierno que adopte el modelo de otros países donde los profesionales «tienen la posibilidad de preguntar directamente, y (…) del mismo modo, tienen la posibilidad de repreguntar».

Por su parte, Moncloa defiende su modelo pero ante el descontento le pasa la pelota a los propios medios y le insta a que se ponga de acuerdo entre ellos y proponga una solución viable con tenga cabida los más de 160 medios internacionales, nacionales, especializados y autonómicas que forman parte del «chat» de Moncloa donde depositan sus preguntas.
¿Y qué han hecho los medios? Pues dividirse en dos bandos. Uno de «ideología de derecha», que no hará más preguntas, tal y como informan los editoriales de El Mundo y ABC, e informan OK Diario o Libertad Digital. Rechazan participar de la censura, anomalía democrática y farsa las ruedas de prensa en Moncloa.

Y otro de izquierdas formado por 13 medios de comunicación de «ideología de izquierdas» que proponen pasar a un formato de ruedas de prensa por videoconferencia en el que los periodistas, divididos por grupos, puedan ir rotándose para lanzar preguntas en directo a los miembros del Ejecutivo. Aquí se encuadran, Cat Plural, Critic, CTXT, Cuarto Poder, Diario 16, El Plural, El Salto, La Marea, la Voz del Sur, Luzes, Praza Publica, Pikara Magazine y Público.
Y ante esto, pues lo lógico es contar con la opinión de asociaciones de prensa y colegios profesionales. La FAPE y las asociaciones de la prensa instan a dar un paso en el actual modelo. Es decir, seguir con el chat de telefonía móvil con presencia de todos los medios, pero añadiendo la participación en directo, mediante videoconferencia, de un grupo de periodistas de entre los profesionales acreditados de forma permanente en La Moncloa.

Aún así entre el tejido representativo del sector también hay sus diferencias. Así la Red Profesional de Colegios de Profesionales de Periodistas, lamentan que no se les haya pedido opinión en esta crisis de comunicación. Sobre posibles soluciones apuntan que «sería más garantiste que cualquier medio y/o periodista acreditado pueda preguntar y que nadie elija qué preguntas se hacen sabiendo de antemano su contenido».

A este respecto, que es el ideal, todos puedan participar, preguntar y repreguntar, sin intermediarios, habría que sumarle el factor tiempo. Es decir, que cualquier opción no lleve a sesiones maratonianas de una comparecencia. No tendría sentido , ni funcional ni organizativamente, que una rueda de prensa durara cinco o seis horas.
¿Dónde poner el límite? Veamos dos ejemplos que están funcionando razonablemente bien y que son bien acogidos por los profesionales.
La solución a la valenciana
El gobierno de Ximo Puig ha consolidado un sistema de videoconferencias donde los periodistas, previa acreditación, recibe unas claves para acceder a una «sala de prensa» telemática. Asisten en directo a la intervención del responsable de turno y posteriormente pueden preguntar y repreguntar. Una vía directa que cuenta con el beneplácito de los colectivos representativos del sector y de los medios en el más amplio espectro ideológico.
Como ejemplo, ABC lo pone como referencia «en ningún caso se solicita a los periodistas que anticipen sus preguntas, con lo que se logra celebrar ruedas de prensa con todo el sentido de la expresión en plena pandemia del Covid-19». Además señala que es el «camino, el que ha enseñado la Generalitat, que La Moncloa se niega a recorrer».
La solución a la andaluza
Desde el principio de la crisis, el gobierno de la Junta de Andalucía ha implantado un modelo que no está generando conflictos, o al menos importantes quejas por parte de los profesionales que habitualmente cubren las ruedas de prensa de San Telmo.
Con antelación se anuncia la convocatoria y los medios pueden enviar archivos de audios a través de whatssaps para que sean contestados por el responsable que comparezca ese día. Es un modelo que se está consolidando «aquí, mejor que en Moncloa, pero también hay filtros. Todo lo que no sea directo y con margen de repreguntar en directo es un terreno fértil a la propaganda unilateral», nos comentan habituales del pool de San Telmo.
Como señala el periodista Ezequiel García, Andalucía utiliza el sistema británico, con intervenciones mediante videomensajes. Podría haber optado por el modelo italiano donde los periodistas preguntan en directo mediante teleconferencia. «Nuestra comunidad es la que sigue el modelo internacional», nos comenta.
Lo que sí parece descartable es el modelo estadounidense, donde los periodistas siguen yendo a las conferencias de prensa.