El balance del primer trimestre del Grupo Unicaja Banco podría haber sido mejor de no ser por la crisis del Covid-19, que ha dejado los beneficios de la entidad en 46 millones de euros. La entidad financiera calcula que el resultado habría alcanzado los 63 millones de euros, un 0,2% más que en el mismo periodo de 2019. Pero la dotación del fondo de provisiones extraordinarias de 25 millones de euros ante posibles insolvencias ha reducido las expectativas.
Unicaja Banco subraya como claves de este resultado con beneficios a pesar del Covid-19 a la capacidad de generación de resultados manteniendo el liderazgo en sus mercados de origen (Andalucía y Castilla y León). También apela al crecimiento de la actividad; el aumento del agregado del margen intereses e ingresos por comisiones; la continua disminución de los gastos de explotación; la calidad crediticia, con una significativa disminución de los activos no productivos; y la destacada posición de solvencia y liquidez.
En cuanto a solvencia, el Grupo Unicaja Banco ha mejorado su situación de solvencia, con una ratio de capital ordinario de primer nivel (CET-1) del 15,4%, y de capital total del 16,8%, entre las más elevadas del sector. La entidad explica en una nota de prensa que el incremento es de 0,5 y 1,7 puntos, respectivamente, respecto al año anterior.

Actividad comercial
La actividad comercial del Grupo se ha visto afectada por la declaración del estado de alarma. El crédito normal evoluciona en positivo con un crecimiento del 1,7%. Este incremento es significativo a nivel crediticio con las administraciones públicas y grandes empresas, señala la entidad. También ha sido positiva la captación de los recursos de clientes en balance, donde se ha experimentado un crecimiento del 0,4% en el año. La evolución negativa de los recursos fuera de balance obedece fundamentalmente al impacto que han tenido las valoraciones a mercado de estos instrumentos.
El confinamiento de la población ha afectado a la evolución de la nueva producción, particularmente a la actividad de particulares, autónomos y pymes. Hasta el fin de semana en que se anunció el estado de alarma, la nueva producción crecía un 20,3% respecto al año anterior. Pero finalmente ha experimentado un descenso del 10,1% al final del trimestre.
En este decrecimiento han tenido que ver las operaciones a particulares, que hasta la declaración del estado de alarma crecían un 3% y finalmente han caído un 14%. Las operaciones con empresas se han visto menos afectadas. crecían prácticamente lo mismo (en torno al 16%) antes y después de la declaración del estado de alarma. No obstante, el comportamiento dentro de empresas ha sido dispar. Las operaciones con pymes crecían un 12,4% antes del inicio del confinamiento y, finalmente, han caído un 2,4%.

Activos no productivos
La sostenida reducción de los activos no productivos –NPAs- (dudosos más adjudicados inmobiliarios) ha permitido a Unicaja Banco reducir su exposición bruta en 1.009 millones de euros. Esto supone un descenso del 29,1% en los últimos doce meses, con bajadas del 27,2% en los activos dudosos y del 31,1% en los adjudicados inmobiliarios. El saldo de activos dudosos del Grupo disminuyó hasta los 1.334 millones de euros en este primer trimestre. El de inmuebles adjudicados alcanzó los 1.130 millones. La caída de dudosos se traduce en una bajada de la tasa de morosidad de 1,7 puntos porcentuales en los últimos doce meses, hasta situarse en el 4,6%.
Moratorias de préstamos y línea ICO
Unicaja Banco subraya que participa en las medidas de concesión de liquidez y financiación con aval del Estado, de la Junta de Andalucía o de sociedades especializadas como Garántia o Iberaval. Medidas destinadas a empresas y autónomos, moratoria hipotecaria y de otros préstamos, medidas y soluciones flexibles de pago y financiación, y aplica otras como exenciones o aplazamientos en el pago de alquileres para personas en situación de vulnerabilidad. Hasta el momento, la entidad ha recibido más de 8.000 solicitudes de autónomos y empresas de préstamos con aval ICO, por un importe aproximado de 600 millones de euros, y más de 9.000 solicitudes de moratoria sobre préstamos hipotecarios y personales.