Todo un honor para este cronista, el poder tomar un café con los colegas de profesión, disfrutando del ilustre invitado. Lo de ayer fue un oasis, al lado de todo lo que iba surgiendo a nivel nacional.
Luis Bassat contagiaba talento como buen vendedor. A la vez, llegaban noticias de Rato, por estar investigándole por indicios de blanqueo de capitales. O de Chaves y Griñán, que continúan con su particular calvario al estilo Urdangarín –“no sé na pero ha estao mu mal”-.
Estilos distintos de hacer las cosas, basados en unos valores donde existen líneas rojas.
Unos se pueden pasear dando lecciones por las Universidades -USJ- y otros visitando Juzgados, defendiendo inocencias basadas en imputaciones. Todos han sido triunfadores, pero al rascar te encuentras las miserias de cada uno.
Afortunadamente, siempre existirán “los buenos”. Gracias don Luis por dar tanto valor a nuestro sector.