Se levanta la veda, y nunca mejor dicho si el protagonista es el Rey Emérito, con su llegada a España un año después. Tras su paso con envidiable discreción por el Reino Unido y jalear al Real Madrid en Stamford Bridge, aterriza en Sanxenxo para regatear en el “Bribón”. Vaya nombrecito tan dado a las bromas estando Juan Carlos I en su popa patroneando las aguas del Atlántico.
O muchos nos equivocamos o tan solo la prudencia del Monarca puede ser capaz de frenar el furor informativo que a su paso deja su contestada llegada. Desde hace días se ven paparazzis y cámaras de diferentes medios, prensa rosa y la que no lo es, apostados ya buscando el mejor ángulo para captar esa foto que desvele algún perfil nuevo del perseguido.
El viaje anterior fue un despropósito en lo que a imagen se refiere. Un seguimiento más propio de una estrella del rock que de un Rey Emérito en su propio país. Ahora tras atizarle sin sentido, en muchos medios volverá a plantearse el debate de si es necesaria o conveniente esta visita. Que sí tiene derecho a venir. Que sí no debe informar a nadie al tratarse de un viaje privado….y así hasta la duda más peregrina.
Una campaña de publicidad para Sanxenxo
De forma incuestionable lo que está claro es que Sanxenxo volverá a hacer una campaña de publicidad e imagen a costa del vilipendiado Monarca. En todo el pasado año no se habló a nivel nacional de este paraíso turístico salvo cuando el Borbón pisó el puerto deportivo de una ciudad que se prepara para hacer su agosto.
A ver si la prensa tomó nota de tanto desfase cometido en el viaje anterior y tenemos unas jornadas tranquilas en las que no se desempolve el pasado y se cuestionen los derechos que acompañan al Emérito. Recordemos que carece de ninguna causa judicial abierta en España, su país y por el que lucho de cabo a rabo cuando lucía en su pecho los alamares de Capitán General de los Ejércitos de España. Ya solo faltaría que venciese en las regatas. La prensa rosa ya invoca el consabido, “todo a babor y a toda máquina”. Feliz estancia majestad y sonría por favor.
