- ‘Lo hecho, hecho está’ es el resultado de la colaboración entre la agencia creativa MONO Madrid y el consultor y director creativo independiente Jesús Revuelta.
- El discurso ambiental de esta campaña cuenta con el respaldo de activistas como Claudia Fernández o Jon Kareaga y la participación coral de otras figuras que promueven la diversidad y la inclusión
En 2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales. Esta afirmación es un extracto del Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 marcado por la ONU en la Agenda 2030. Objetivo que sienta las bases de una producción y consumo responsables y que fundamenta la nueva campaña de reposicionamiento de marca de Wallapop, ‘Lo hecho, hecho está’. A través de distintas piezas, cuyo discurso coloca el foco sobre la producción irresponsable y el consumo excesivo de materiales, la plataforma invita a consumidores y marcas a trabajar conjuntamente en favor de un futuro más sostenible.
Fruto de la colaboración entre la agencia creativa MONO Madrid y el director creativo Jesús Revuelta, ‘Lo hecho, hecho está’ consta de una pieza central que vertebra toda la campaña. Con ella, Wallapop pretende lanzar un mensaje positivo: «Lo hecho, hecho está. Y lo mejor que podemos hacer es usarlo». La plataforma, que sitúa a la Generación Z en el centro de la campaña, pone énfasis en las consecuencias del modelo de consumo actual. Y para ello, emplea ejemplos impactantes sobre la explotación de recursos naturales en minas o bosques. También aparecen imágenes de la acumulación de residuos provenientes de la industria textil en el desierto de Atacama, que, recientemente, han dado la vuelta al mundo. Asimismo, la campaña también consta de varias piezas de menor duración, con las que Wallapop termina de construir su mensaje alrededor de la reutilización.

Tal y como explica Olivia Calafat, directora de marketing de Wallapop, “’Lo hecho, hecho está’ es una campaña que pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de producir y consumir de manera responsable, con imágenes impactantes, pero desde una perspectiva positivista». Se trata de «adquirir un propósito y promover que todas las partes colaboren de manera activa en la búsqueda de soluciones a problemas colectivos como la contaminación de las aguas, la acumulación de residuos o la deforestación». En ese sentido, ha destacado que «la segunda mano juega un papel fundamental para promover el consumo sostenible, al alargar la vida de lo ya producido».
Por su parte, Bitan Franco, director creativo ejecutivo de MONO Madrid, ha señalado que «dejamos de hablar de «cosas de segunda mano» y empezamos a llamarlas «cosas que ya están hechas». Puede parecer un pequeño cambio de punto de vista, pero no solo pone en valor la segunda mano, haciéndola mucho más relevante en el contexto actual. “Además, la convierte en la primera opción de compra de los que tienen más conciencia medioambiental. Porque no se puede comprar nada más sostenible que algo que no hay ni que fabricar», ha añadido.

Sobre la estrategia, Jesús Revuelta, consultor y director creativo especialista en proyectos de activismo de marca, ha comentado que “se suele pensar que consumir sosteniblemente es comprar marcas ‘eco’, reciclables o con envases compostables, o que fabrican a partir de botellas de plástico,… Y es un avance, claro, pero, pienses en el producto que pienses, ninguno será más sostenible que el que ya está hecho”. A este respecto, ha añadido que “nuestro ritmo de consumo es literalmente insostenible porque, aunque no lo queramos ver, los recursos son finitos. Como profesionales, estaría bien preguntarnos cuál es el rol del marketing en todo esto”.
En suma, ‘Lo hecho, hecho está’ cuenta con el apoyo de activistas ambientales como Carlota Bruna, embajadora oficial del pacto Europeo por el Clima. Ella destaca el giro de tono en la campaña para “no incitar a consumir más, sino a consumir mejor. Se trata de un mensaje inspirador que busca, precisamente, concienciar sobre la importancia de comprometerse con un consumo responsable. No hace falta hacerlo perfecto, solo lo mejor posible”.

Además, en la campaña han participado otros activistas ambientales. Es el caso de Jon Kareaga, fundador de la marca de moda sostenible Bask. O Claudia Fernández, defensora de la moda de segunda mano y el veganismo como actos individuales de alto impacto ambiental positivo. Les han acompañado varias jóvenes figuras del activismo social que visibilizan la diversidad. Por ejemplo, Imane Raissali (Miss Raissa), rapera catalana, ganadora del premio Tik-Tok a la diversidad e inclusión 2021; Mara Jiménez, artista que trabaja contra la gordofobia y el bullying y en pro del empoderamiento y la salud mental; o Alan El Ruedas, conocido por romper mitos sobre la movilidad reducida. La nota de color la pone Óscar Alonso (@72kilos). Se trata de un artista con extraordinaria sensibilidad para capturar en sus viñetas sencillas reflexiones que pasan por la mente de todo el mundo.