No comienza la campaña electoral de forma muy confortable para Ximo Puig. El actual presidente de la Generalitat Valenciana se ve señalado por haber contratado a dedo y sin los controles que se suponía debían seguirse, campañas de publicidad con una empresa de su hermano, según publica el diario El Mundo. Lo que venía cociéndose meses atrás, explota en el momento más inoportuno para el mandatario valenciano que ve como un cataclismo de estas dimensiones le puede salir muy caro.
El que sea un juzgado de Valencia el que esté estudiando el asunto por un presunto delito de fraude pone en tela de juicio ya su proceder que ahora es objeto de investigación. Se trataría de unos contratos publicitarios por un valor superior a los 400.000 euros en los últimos ocho años, cobrados en 57 ocasiones sin contrato de por medio, del consistorio presidido por Ximo Puig.
Del mismo modo se investigan sospechosas subvenciones a la misma empresa de Francis Puig por valor de 1,2 millones. Por tanto, queda bajo sospecha la etapa de Ximo Puig en su etapa como alcalde de Morella y también como presidente de la Generalitat donde menguan las posibilidades de seguir al frente de la Comunidad tras la cita del 28M.
El terreno de juego se está embarrando peligrosamente por los presuntos manejos publicitarios que ahora habrá que ver cómo acaban. Lo cierto es que en Valencia hay una expectación creada que puede hacer variar el resultado en las urnas. Conviene no olvidar que se trata de una Comunidad Autónoma donde las encuestas apuntan a que se puede sustanciar el resultado por un puñado de votos. Está claro que este jaleo no le hace ningún bien al investigado. De momento ha saltado a la portada de la mayoría de los medios. Toca esperar si va más allá y llega la pena del telediario.
