La campaña publicitaria de Xtantos, de la Conferencia Episcopal Española, en esta ocasión va de lleno a la autoestima del público. Nos pide sin cortapisas que saquemos el orgullo de ser creyentes, de no avergonzarnos por encontrar refugio en la fe cristiana. Lo hace apelando a situaciones en las que se puede dudar entre no mostrar públicamente nuestro credo, o lo que es peor, esconderlo. Sobre esos parámetros descansa la campaña para el Día de la Iglesia Diocesana.
Es una campaña amable, muy de sentimientos. En ella queda claro el mensaje de la autoestima, de no avergonzarse por mostrar a Dios como un rincón de confianza para nuestro día a día. Para ello recurre a una serie de situaciones cotidianas donde hay que elegir.
Reconocernos como creyentes es una virtud que la campaña deja al descubierto para no generar dudas. Las convicciones cristianas en el ámbito de lo público deben mostrarse fuertes, presentándose como un pilar de la vida. Un pilar de la fe, pero también de un proceder, de un obrar con arreglo a una formación.
En tiempos de tanta tribulación con la Iglesia, no se desaprovecha la ocasión desde muchos sectores mediáticos para zurrarle hasta la médula. Casi todos los “críticos” hacen uso de la sinécdoque, confundiendo así el “todo” con la “parte”. La Iglesia en España no es como se pretenden hacer creer desde determinadas atalayas solo abuso de menores, aun reconociéndolos. La Iglesia, las casi 23.000 parroquias son un apoyo para miles de familias, millones de cristianos empeñados en difundir la palabra de Cristo entre los suyos. La campaña de Xtantos incide de lleno en esa idea cenital durante todo el spot.
Las 70 diócesis españolas son una única voz a la hora de pedirnos un paso al frente y mostrar orgullosos nuestro credo. Nos pide hacerlo de forma valiente, sin complejos. Dar carácter de normalidad a lo que ahora tratan de vilipendiar y menospreciar es el reto. Paso al frente.
