- El ayuntamiento de la capital aragonesa lanza una nueva campaña para concienciar sobre el buen uso de las redes sociales entre los más jóvenes.
- La acción desplegada por las calles de la ciudad y en social media refuerza el mensaje de una relación sana en la que el chico no controla a su pareja a través de las redes, sino que muestra una actitud positiva hacia ella
El Ayuntamiento de Zaragoza ha desplegado en las calles de la ciudad la campaña Amor no es control para concienciar a la población, especialmente, a los más jóvenes, sobre el buen uso de las redes sociales en las relaciones de pareja. Con esta iniciativa, el Servicio de Mujer e Igualdad busca que los adolescentes tengan las herramientas necesarias para detectar los primeros signos de control en un entorno digital y promuevan en sus vidas relaciones afectivas sanas.
Así lo ha explicado la concejal del Área, María Antoñanzas, en la presentación de la campaña Amor no es control, que, desde esta semana se puede ver en los mupis del mobiliario urbano, en los vinilos de los autobuses y en la pantalla del Centro de Arte y Tecnología Etopia, además de en las redes sociales donde se reforzará el mensaje a partir de agosto con ilustraciones animadas.
Se trata de mostrar escenas breves y dinámicas sobre situaciones de control, utilizando el lenguaje extendido entre este colectivo con el hashtag #AmorNoEsControl. «Queremos concienciar sobre la violencia de género en las redes sociales, una violencia digital que ya en edades tempranas genera relaciones desiguales que pueden llegar a normalizarse» entre los jóvenes, que son «nativos digitales» y utilizan el móvil para relacionarse, ha apuntado la edil.
Violencia de género a través de una pantalla
«Las redes sociales son fundamentales hoy en día pero también esconden comportamientos que no debemos pasar por alto. Si un excesivo control, posesión y celos se reconoce como violencia de género, también lo es cuando pasa a través de una pantalla», ha recalcado.
La campaña Amor no es control va dirigida a los más jóvenes para intentar atajar una realidad que afecta también a las adolescentes. De hecho, el 31,7 % de las chicas entre 14 y 20 años reconoce haber vivido alguna tipo de violencia en el ámbito de la pareja, especialmente situaciones de acoso psicológico y control, mientras un 5,5% admite vivir «con frecuencia» situaciones de violencia de género, que van desde agresiones físicas y sexuales hasta el maltrato psicológico o el control a través de las nuevas tecnologías. Estos datos corresponden al estudio ‘La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia’ de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género de 2021.
Prácticas de ciberviolencia
Espiar a través del móvil; censurar fotografías compartidas en redes sociales; controlar a la pareja a través de estas plataformas; exigir la ubicación mediante geolocalización; conocer las contraseñas; obligar al envío de imágenes íntimas; mostrar enfado por no obtener una respuesta online inmediata u obligar a practicar cibersexo son algunas de las prácticas de ciberviolencia más extendidas y denunciadas por las víctimas.
Según el estudio mencionado, un 14, 9 % de las adolescentes reconoce haber sufrido control a través del móvil por parte de su pareja y un 17 %, acoso emocional general a través del insulto o la ridiculización. Además, el 11,1% reconoce haberse sentido presionada para participar en situaciones de tipo sexual en las que no quería intervenir; el 9,6% ha sentido «miedo»; al 8,7% le han dicho que ¿no valía nada¿ y el 8% afirma que el chico que la maltrató «presumía de dichas conductas». Al preguntar por la relación con quien ejerció la violencia vivida, «solo el 16,9% de las adolescentes respondió que era el chico con el que salía actualmente», según el informe.